Los mandarong
Por si fuera poco, Liópez perfeccionó el problema al afirmar que le consultará al pueblo una decisión, la amnistia o no a los asesinos del narco, que le compete solamente al Congreso. Someterá el asunto a un plebiscito o un referendo, o como se llame, ign
E stamos en lo dicho: cuando Liópez quiere arreglar un problema lo desarregla, lo deja en jirones de ofensa, de grosería. Gil lo leyó en su periódico MILENIO, en una nota de Jorge Almazán: en gira por Oaxaca, Liópez contestó airadamente a las fuerzas armadas de México, al general Cienfuegos y al almirante Soberón. Dice Liópez que ambos recibieron “la orden de lanzarse, de declarar en mi contra”. Añadió que no descarta que “se someta a discusión, que se consulte al pueblo sobre la posibilidad de una amnistía, ya no queremos la guerra, queremos la paz”. Un grito desgarrador hizo trizas el silencio del amplísimo estudio: ay, mis hijos, majaderos, orgullosos y necios.
Gil imaginó la escena: Chava y Vidal, se me van como el viento a contestarle a
Liópez (en la imaginación de Gamés, así le dice el Presidente a Liópez). Sí, señor Presidente. Gilga no había escuchado ofensa mayor a los personajes de la seguridad nacional, darles trato de mandaderos, ¿no es un poco demasiado? Por si fuera poco, Liópez perfeccionó el problema al afirmar que le consultará al pueblo una decisión, la amnistía o no a los asesinos del narco, que le compete solamente al Congreso. Someterá el asunto a un plebiscito o un referendo, o como se llame, ignorando al Congreso. ¿Cuántas veces ignorará Liópez al Congreso? Liópez ha dicho: “Muchos se ofuscaron porque hice un planteamiento para garantizar la paz y la tranquilidad de nuestro país, pero la política se inventó para evitar la guerra; la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia”.
Dígame, licenciado
Señor licenciado Liópez, ofuscar quiere decir perder la capacidad de entendimiento, quizás usted quisó decir “que muchos se opusieron” a su planteamien- to, salvo que usted piense que quien no está de acuerdo con usted, licenciado, pierde de forma pasajera la capacidad de razonar. Gamés no cobrará ni un peso por este breve análisis lingüístico, Gil lo obsequia al pueblo.
Dice Liópez: “Yo soy libre e independiente, no estoy sometido a ningún grupo de intereses creados, y al que no le guste, a los delincuentes comunes y a los delincuentes de cuello blanco, vamos a tomar decisiones que beneficien al pueblo de México”. Las comillas son rigurosas.
Liópez supone que su vida no se rige por innumerables contrapesos, ¿estamos locos? Da la pequeña casualidad que se enfrenta a las fuerzas armadas. Caracho. Así gobernaría el señor Liópez, a frentazos con todo lo que se le oponga. Que el pueblo decida si esta mañana el presidente trabaja o simplemente medita las decisiones que tomará en los próximos días. Es que de veras. Nada ha cambiado, todo permanece igual en la mente de Liópez.
De nuevo el Frente
En la antesala. La forma del Frente se cocina en este momento: puede ser un arroz batido, un arroz verde, uno amarillo. Todo indica que será batido y que en la boleta electoral aparecerá el PRD, con Mancera al frente, y el PAN con el MC, con Anaya a la cabeza. De ser así, habrá fracasado el intento más interesante de construcción de una opción (ción-ción) nueva para México, oh, sí. ¿A quién conviene esta composición? Los enterados afirman que conviene al PRI, toda pulverización le atrae a Meade pequeños avances electorales. ¿Ustedes qué opinan? Gil ha simpatizado desde hace meses con la idea de un Frente.
Ahora mal sin bien, si ya destruyen al Frente, pues que les aproveche, pero antes Gilga les dice algo. Ustedes suponen que ese escenario favorece al PRI. Con la pena, pero solo favorece a Liópez, y no le vayan a traer a Gamés unas encuestas raras que ni fu ni fa, aunque cuesten mucho dinero y haya quien las pague.
Ah, las encuestas. Desde estos días tempranos es dable ver cómo se mueven a favor, en contra de un candidato, de un partido, un poco raras, muy raras. Una encuesta bien hecha y bien pagada ¿puede crear tendencia? Probablemente sí, supone Gamés: que Meade está a dos puntos de Liópez; que Liópez adelanta con 15 puntos a su más cercano perseguidor; que Anaya con Frente lleva ventaja, sin Frente descobija, con medio Frente pierde la bufanda para el frío. Gil ha desatado en el amplísimo estudio una guerra contra las encuestas: yo medí en seis hogares de Toluca y el resultado favorece de manera increíble a Meade. En fon.
Caracho, todo es muy raro, como diría Manuel Vicent: El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla.