Acusan de nuevo a Uber por espionaje global
Detalles en carta de ex empleado inconforme
Los detalles de las acusaciones sobre las tácticas de espionaje a escala global de Uber surgieron en una carta de un ex empleado descontento que se dio a conocer la noche del viernes como parte de un caso en tribunales sobre el asunto de si Uber robó los secretos comerciales de Waymo, la unidad de conducción autónoma de Alphabet.
La carta describe una gama muy amplia de supuestas actividades encubiertas de inteligencia, entre ellas hacerse pasar por taxistas, sobornar a funcionarios extranjeros, espiar a los competidores y usar teléfonos desechables y laptops no pertenecientes a Uber para ocultar las identidades de los usuarios.
Aunque Richard Jacobs, el empleado que presentó las acusaciones, recientemente se retractó de algunas acusaciones que hizo en la carta escrita por su abogado, la misiva aún da un vistazo sin precedentes a las agresivas técnicas de gran alcance de Uber para recopilar datos de inteligencia.
A principios de este año, Uber pagó 7 millones 500 mil dólares en un arreglo con Jacobs y su abogado, y comenzó una investigación sobre las prácticas que describió, algunas de las cuales se detuvieron bajo el nuevo liderazgo de Uber.
Una de las acusaciones más sorprendentes en la carta es la descripción que da sobre la red global de espías que tiene Uber. De acuerdo con la misiva, estos contratistas independientes eran “agentes en activo entrenados por la CIA, capaces de recolectar inteligencia extranjera en ubicaciones prioritarias para Uber”.
La carta también describe cómo los operativos de Uber se hacían pasar por personas que criticaban a la empresa —entre ellos choferes de Uber y taxistas— para tener acceso a salas de chat y grupos donde se planeaban acciones contra Uber.
La carta y el testimonio de Jacobs se convirtió en un tema central en la demanda de Waymo sobre
taxistas, sobornar a funcionarios y teléfonos desechables, las tácticas
el presunto robo de los secretos comerciales de Waymo por parte de Uber, el juicio que se tenía programado se retrasó cuando surgió la carta a última hora.
En la carta, el abogado de Jacobs alega que uno de los objetivos de las actividades de inteligencia de competencia de Uber era robar secretos comerciales, entre ellos los de Waymo.