Pesca incidental sigue matando tortuga marina
Hay una recuperación histórica en la golfina, pero las presiones que se aminoraron en tierra no ceden en el mar, pese a la certificación de redes que hace cada año la Profepa
Mientras la presión por la depredación directa en playa de las tortugas marinas apunta a la baja, el problema de las capturas incidentales en alta mar, debido al uso de redes de arrastre para la pesca comercial, sobre todo, de camarón, va en aumento en el litoral de Jalisco.
En una reunión sostenida a comienzos de diciembre entre diversas organizaciones de pescadores y ecologistas, y el delegado en Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Sergio Hernández González, en Puerto Vallarta, los representantes de la asociación civil Bahía Unida, le reportaron que solamente en lo que va de esta temporada (agosto a noviembre), se registraron 170 casos de quelonios atrapados en redes de pescadores.
“Son los reportes de alta mar, entre los mismos pescadores, el problema es que la pesca no ha respetado las normas para usar implementos que eviten las capturas incidentales, es un problema que no teníamos bien detectado y que nos abre los ojos sobre la realidad que deben seguir enfrentando las tortugas cuando se mueven hacia tierra para depositar sus huevos”, explicó Hernández González.
Como se trata solo de datos de bahía de Banderas, el funcionario señala que deberían contarse con estimaciones del resto de litoral del estado. Se ha documentado que la zona con mayores arribos de tortuga, sobre todo golfina (Lepidochelys olivacea) es el playón de Mismaloya, una línea de 69 kilómetros que es el santuario de tortugas más largo del país.
En 2013, ya se reportaba ese problema: “Los barcos han perjudicado muchísimo durante muchos años; aquí en este municipio está decretada la veda permanente de la tortuga marina, pero los barcos no respetan, ni hay autoridad que diga: aquí no se pueden meter este tipo de barcos; dentro de los permisos que tienen se señala que pueden pescar entre el río Suchiate y el Colorado [de los límites con Guatemala al extremo norte del mar de Cortés], y no se marcan las zonas de veda; pero lo saben, y por eso esperan a la noche para entrar con la luz apagada, a como entre ocho a diez brazas de hondo, y eso ocasiona que las especies que se desarrollan en esos bajos se les mate por el arrastre de dicha embarcación; y eso pasa de octubre a febrero, y nadie se los impide”, señalaba el pescador Carlos Ramírez, miembro de la cooperativa local.
Señalaba barcos de Mazatlán, de Topolobampo, de Guaymas, o bien, de Manzanillo. La Cruz de Loreto tiene un destacamento de la Marina, pero sus ocupaciones y prioridades en tiempos de violencia son otras (MILENIO JALISCO, 1 de agosto de 2013)
En realidad, se trata de un viejo problema que no ha sido resuelto. “La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente realiza la certificación de dispositivos excluidores de tortugas marinas desde el año 1997; la certificación consiste en la verificación del cumplimiento de las especificaciones contenidas en la NOM-061-PESC-2006 en todas las embarcaciones camaroneras y la expedición de un certificado por embarcación que haya realizado el cumplimiento de la legislación vigente […] se verifica la correcta instalación y uso de los dispositivos