Cuatro especies, cuatro santuarios
Jalisco cuenta con cuatro playas protegidas por decretos federales emitidos en 1986, en busca de garantizar la permanencia de la arribazón de cuatro especies de tortuga marina: laúd (Dermochelys coriacea), prieta (Chelonia agassizi), carey (Eretmochelys imbricata) y golfina (Lepidochelys olivacea)
Estos cuatro santuarios federales son Mismaloya (69 kilómetros) —el mayor del país—, Teopa (seis kilómetros), Cuitzmala (5.9 kilómetros) y El Tecuán (siete kilómetros); se agrega además trabajo de protección que se realiza en las playas de Mayto, Colimilla, y toda la bahía de Banderas, para totalizar al menos nueve campamentos
En la actualidad llega en cantidades importantes la tortuga golfina, aunque los últimos arribazones notables se vivieron en los años 70 del siglo XX. La tortuga carey fue cazada por su valioso caparazón y casi no es vista hoy en la zona. La prieta tiene poblaciones escasas pero regulares; en el caso de la tortuga laúd, la mayor del planeta, parece inmersa en un proceso de desaparición más acusado que el de otros santuarios, como Mexiquillo, en Michoacán, o Morro Ayuta, en Oaxaca
Mismaloya es un santuario que colinda con un estero también protegido por la Convención Ramsar de humedales internacionales prioritarios: El Ermitaño-Agua Dulce. Las otras tres playas con decreto federal se ubican al sur, hacia el municipio de La Huerta
Las autoridades aseguran que la depredación tradicional de huevos y animales ha cedido fuertemente, pero no se ha podido resolver el tema de las capturas incidentales en altamar