Sin “diferencias de fondo” con el PES
Entre Morena y Encuentro Social no hay diferencias de fondo. No en lo político, no en lo ideológico”. Las primeras palabras de Andrés Manuel López Obrador como precandidato presidencial del PES arrancaron el aplauso de decenas de dirigentes y simpatizantes de ese partido.
Enseguida, el tabasqueño defendió a su nuevo aliado electoral de aquellos que lo señalan por su conservadurismo. “Yo creo que quienes han llevado a cabo esa política de saqueo, de pillaje, que ha empobrecido al pueblo, que ha llevado a esta grave crisis de inseguridad y violencia en el país por su enfermiza ambición al dinero son los de ultraderecha, no el Partido Encuentro Social”, exclamó para enseguida ganarse la segunda ovación de la mañana.
En siete minutos, el PES hizo suyo a López Obrador, quien para entonces ya era vitoreado por los asistentes: “¡Obrador, Obrador!”, “¡Pre-si-dente! ¡Pre-si-dente!”, “¡Vamos a ganar! ¡Vamos a ganar!”.
Tres hombres distribuidos entre los asientos agitaban los brazos para arengar a los simpatizantes y enseguida comenzaban las porras; mientras, otros tres levantaban unas pancartas con la leyenda: “Estamos del lado correcto de la historia”. Entonces el tabasqueño, sabiendo dónde estaba parado, habló sobre lo que era inevitable en ese lugar y con la gente que lo escuchaba. “Vamos a buscar el diálogo, un diálogo ecuménico entre las iglesias cristianas, entre las iglesias de todas las religiones, y diálogo también entre religiosos y no creyentes, y no va a ser diálogo para la tolerancia, porque no es soportar al otro, va a ser diálogo para respetar a nuestros semejantes”, pronunció. La religión para López Obrador no es un tema que evite; incluso en decenas de sus mítines remite a pasajes de la Biblia o a una condena del papa Francisco sobre “traficar con el hambre de la gente”, y lo equipara con la compra del voto. Cuando se le pregunta directamente si es católico, él responde que sigue el pensamiento de un liberal: Ignacio Ramírez, El Nigromante, y frecuentemente lo cita: “Soy liberal pero me hinco donde se hinca el pueblo”. Por supuesto, ayer le aplaudieron cuando habló de religión. Tras 23 minutos, el precandidato presidencial por tercera ocasión terminó su mensaje con vivas para Encuentro Social, Morena y tres veces para México.
Los asistentes se pusieron de pie y aclamaron a su aspirante único a la Presidencia en 2018; para entonces López Obrador ya era suyo y su dirigente lo reafirmó: “Andrés Manuel es ya el precandidato de Encuentro Social a la Presidencia”, gritó Hugo Erick Flores al tomar el micrófono y subir al escenario que mostraba en una gran pantalla el nombre del tabasqueño en color morado. Y para que no quedaran dudas de las “coincidencias” ideológicas y políticas entre Morena y PES, proyectaron un video en el que los dirigentes de ambos partidos se pronuncian sobre seis temas en distintos foros: diálogos casi idénticos y en un par de casos las mismas palabras del tabasqueño y de Flores. Pero no fue lo único en que coincidieron, pues cual déjà vu, en sus discursos de ayer, ambos no solo citaron sino se declararon juaristas.