La verdad

Somos un país sin futuro, y sin forma de salvarnos. Es alarmante la cantidad de sinvergüenzas que se sostienen económicamente del erario. Y ahora resulta que uno de los controles morales básicos, el decir la verdad, y el llamar al pan, pan, y al vino, vino, será contra la ley en México si lo aprobado por los diputados pasa en el Senado. Aunque la información sea cierta, no se puede dar o sostener si ocasiona “daño moral” a alguien. Para el Señor Chapo Guzmán y su familia es un evidente daño moral el que se les imputen asesinatos, tráfico de drogas, extorsiones y otros delitos, pero los cargos son ciertos, y ahora entiendo que podrá quejarse porque en medios públicos se le reconozca como persona deshonesta. En fin. Cada nación tiene el gobierno que se merece, por tolerar en las familias el dejar pasar las pequeñas fallas morales -pequeñas mentiras, pequeños robos, pequeños fraudes- que van haciendo que se haga lo cotidiano el no respetar ni las normas ni al prójimo. Sugiero que los que votaron a favor de esta propuesta hagan un profundo examen de conciencia y decidan si realmente quieren un país donde al ladrón no se le pueda llamar ladrón, y donde al mentiroso se le respete avalado por las leyes. Ése no es mi México, ni el de Juárez, ni el que recibió al exilio español. Francisco Javier Aceves Ávila