“En 2017 mantuvimos el barco a flote”: Peña
Adelanta EPN que el último año de su administración será de “trabajo intenso”
El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que este año “logramos mantener el barco a flote”, tanto generando empleos como creciendo económicamente.
Al finalizar la ceremonia del 102 aniversario luctuoso de José María Morelos, el mandatario aseguró que el último año de su administración será de mucho trabajo y estará entregado para cerrar “con broche de oro”.
Aseguró que cierra el año “contento y muy esperanzado de que venga un gran 2018. Creo que a final de cuentas concluye un año que fue mejor de lo que pintaba al inicio; logramos mantener el barco a flote, bien, generando empleos, creciendo económicamente y ahora a enfrentar los retos del próximo año, espero que a México le depare un futuro muy exitoso promisorio y de mucha esperanza”.
Prometió además que el último año de su administración va a ser “de mucho trabajo muy intenso, muy apasionado, muy entregado, para cerrar bien y con broche de oro”.
Manifestó su deseo de que “a todo México le deparen grandes éxitos”.
Durante el acto que se llevó a cabo en el municipio de Ecatepec, Estado de México, el secretario de Salud, José Narro, afirmó que “hoy como siempre, nuestra nación saldrá adelante. La solución será más simple si estamos unidos y hacemos lo que nos corresponde, si mantenemos nuestro apego a los principios si somos capaces de construir a partir de la diversidad, si respetamos lo que consiguieron las generaciones que nos precedieron”.
Narro detalló que durante la actual administración se procesaron “las reformas que se requerían, se han sentado las bases de un México moderno y más competitivo y hemos ganado reconocimiento y confianza en el exterior”.
Por ello, resaltó, que “es responsabilidad de todos preservar el esfuerzo realizado y extender los beneficios a más compatriotas, en particular, a quienes más requieren. Es el tiempo de pensar en grande, de plantear nuevas utopías, es el tiempo de las nuevas hazañas nacionales”. n el episodio anterior (con títulos desplazándose de abajo hacia el horizonte, como en Star Wars) nos quedamos en que el primer rompimiento propio entre Enrique Alfaro Ramírez y Raúl Padilla López fue total el 22 de febrero de 2010 cuando el entonces alcalde de Tlajomulco (llegado por la alianza PRD-PT) declaró a su demarcación “territorio liberado” del “chantaje” del único Licenciado del Grupo Universidad, y corrió a los incondicionales de Padilla, como el entonces encargado de Cultura municipal, Enrique Velázquez.
La reacción fue inmediata: el PRD local, controlado por Raúl, no solo le retiró el respaldo político sino que empezó una ofensiva política contra el ayuntamiento desde diversos frentes: regidores, dirigentes partidistas y académicos, y le afectó al grado que no se autorizaron preparatorias ni centros universitarios en Tlajomulco pese a su crecimiento poblacional exponencial.
Al paso de los meses y teniendo claro que buscaría la gubernatura, Alfaro impulsó una coalición de partidos de izquierda que lo respaldaran para lo cual tuvo que buscar a Padilla (como apoderado del PRD), quien habría puesto como condición que la mayoría de las candidaturas quedaran para el Grupo Universidad, cosa que Alfaro no aceptó, de allí que los alfaristas decidieran crear la semilla del movimiento que lo respaldaría en su proyecto: la organización política estatal Alianza Ciudadana que surge el 7 de enero de 2012 y la cual “ignoró” al PRD local, al sostener comunicación directa con el precandidato presidencial del sol azteca, PT y MC, Andrés Manuel López Obrador –también adversario de Padilla-. De manera velada Alfaro se alió también con el entonces gobernador panista, Emilio González Márquez, cuyo equipo no respaldó al abanderado albiazul, Fernando Guzmán Pérez Peláez.
En las campañas del 2012 los leones negros respondieron con una ofensiva más extendida en contra del ya candidato de Movimiento Ciudadano y PT a la gubernatura. Según perredistas locales, gran parte del dinero que debía ser para las campañas de los candidatos del PRD se fue a financiar una campaña negra contra Alfaro: el objetivo no era ganar regidurías ni diputaciones mucho menos el estado, sino frenar al emecista.
Llegó el día de la elección y los leones se fueron con el PRI (y muchos panistas con Alfaro). La noche del 1 de julio de 2012 hubo resultados metropolitanos que ponían a Alfaro a la cabeza, pero conforme llegaron los cómputos del voto verde -de los municipios foráneos-, la tendencia cambió: Enrique Alfaro, 1 millón 160 mil votos; Aristóteles Sandoval, del PRI, 1 millón 309 mil sufragios en números redondos; la diferencia entre ellos, unos 148 mil votos (Guzmán quedó muy atrás, con 695 mil).
Nadie sabe con certeza cuántos votos le quitó el grupo del Licenciado a Alfaro en 2012 ni cuántos le dio al PRI, pero hay referencias interesantes: 1) En la elección anterior de gobernador, en 2006, el PRI había obtenido 1 millón 187 mil votos y para 2012 creció en 122 mil votos. 2) En 2006 el PRD obtuvo 224,590 votos, pero en 2012 apenas 115,347, es decir, perdió 109 mil 243 votos.
Si bien el PAN fue el que perdió más de una elección a otra (de 1.2 millones de sufragios en 2006 a apenas 695 mil en 2012), parece evidente una migración de casi el 50 por ciento del voto del PRD-Grupo UdeG hacia el PRI de una elección a otra.
Tan claro vieron esto en el tricolor que en el gabinete inicial de Aristóteles Sandoval aparecieron varios prominentes leones negros: Ricardo Villanueva en la Sepaf; Jaime Agustín González, en Salud; Myriam Vachéz en Cultura, y en otro nivel, Fernando Favela en Fiestas de Octubre, y le siguieron apoyos presupuestales adicionales para la casa de estudios… En el próximo tiro: la segunda reconciliación Padilla-Alfaro. ¡Tema de Star Wars, maestro! (Y en escenas post crédito: Que tenga usted una muy feliz Navidad).m