El mágico Ridley Scott vs. Jumanji y Star Wars
Amo a Mark Hamill como a pocos y no hay vez que The Rock no me haga sonreír, pero debo decir que el milagro navideño que logró el director y productor Ridley Scott no se podría conseguir solo con Todo el dinero del mundo, el cual es también el nombre de su película. No, hay que verdaderamente ser un maestro para lograr lo que logró y sin importarle enfrentar a Star Wars y a Jumanji en la taquilla.
Muchos saben ya la historia de cómo Kevin Spacey, después de las innumerables denuncias de acoso sexual en su contra, fue borrado de la cinta, donde interpretaba al hombre más rico del mundo, que se niega a pagar el rescate de 17 millones de dólares por su nieto Paul. Su ex nuera, Michelle Willams, tiene que ir de la mano con Mark Wahlberg para lidiar con semejante situación, basada en hechos de la vida real.
Una mujer maravilla de verdad estuvo involucrada en el logro de Scott, que estrenó la cinta con Christopher Plummer en vez de Spacey, aparentemente por recomendación de la también directora Patty Jenkins.
Pero, ¿cómo lo hicieron? Antes de entrar a ver la película yo estaba bajo la impresión de que Spacey aparecía poco y solo, por los promos. La realidad es que aparece durante toda la cinta (claro, ahora es el gran Plummer) e interactúa con todos los personajes principales. Simplemente la decisión de volver a filmar eso pudo haber tomado meses, pero fue inmediata y certera. La ejecución en días y la posproducción, créanme volver a la sala de edición, conseguir la misma iluminación, no tener problemas de continuidad y ajustar el sonido entre tantas cosas más es de verdad increíble.
Lo mejor es que pareciera que Spacey nunca fue parte de esta historia. No me puedo ahora, después de verla, imaginar al ex Francis Underwood ahora en el papel del duro J. Paul Getty. Plummer, dicen, siempre estuvo considerado y sabía del personaje. Todos pudieron regresar a filmar antes incluso, que se informara sobre el despido de Spacey y aunque la cinta no llegó a su fecha de prestreno en Los Ángeles para tener más tiempo de ser considerada para el Oscar, sí lo hizo con para la Navidad. Si la lección es que cuando se quiere, se puede. Vaya que Scott lo logró.
Ahora, aunque la película es muy buena y la historia narrada de una forma que sí sorprende, difícilmente superará a otras contrincantes como The Shape of Water de Guillermo del Toro, Call Me By Your Name o Three Billboards, por ejemplo.
Pero eso es solo materia de los locos que vivimos de temporada en temporada de premios. La mayoría de la gente normal y sana podrá ver una producción más del maestro que parecía que simplemente sería arruinada por el comportamiento de uno de sus coprotagonistas y eso vale oro en el séptimo arte.
Saliendo de ver la película el conductor del Uber me preguntó, al ver que venía del cine (lo único abierto por aquí el 25) “¿Star Wars o Jumanji?”. Mi respuesta, “Ninguna de las dos, algo mucho más de fantasía hecho realidad”.
¿En serio?
¿Las agencias informativas están tan preocupadas con cómo se ve el rostro de Thalía? ¿No podríamos preocuparnos por cosas ligeramente más adultas, aunque haya poca información por ser fin de año?