Cancela La Huerta fiestas patronales por ola de violencia
No los detuvo alguna camioneta?”, pregunta la mujer a los dos desconocidos que llegaron hablándole de precandidaturas independientes, “anda mucho armado (…) la cosa está muy dura, la gente ya no quiere salir ni hablar (…) por miedo”.
La mujer es una de las pocas personas que decidieron comerciar en la cabecera municipal a pesar de la cancelación de las fiestas patronales de La Huerta por la ola de violencia en la región y, en particular, a causa del asesinato del representante del Partido Movimiento Ciudadano en esta localidad, Salvador Magaña Martínez, cuyo cadáver apareció abandonado a la entrada del poblado el pasado martes 26 de diciembre.
Un baile que estaba programado para ese día y la verbena popular que debía comenzar el miércoles fueron cancelados; este año no hubo actividades previas al 29 de diciembre, fecha en que el pueblo realiza sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción.
El miércoles 27 algunos comerciantes que habían acudido a la cabecera para vender en la feria recogieron la mercancía y se retiraron dejando detrás de sí un pueblo casi desierto, con apenas dos personas en la plaza principal, con negocios cerrados con excepción de los que venden lo más básico.
“A muchos les han llegado pepelitos con amenazas”, comenta la mujer que dice no tener alternativa que comerciar para obtener el sustento diario, aunque con ello pueda estar arriesgando que la amenacen. “Lo menos que pagaron por puestos fueron cinco mil pesos y se tuvieron que ir”, secunda otro parroquiano que
Señalan pobladores amenazas y la presencia de sujetos armados que viajan en camionetas
explica que los mercaderes y operadores de atracciones no tuvieron otra mas que retirarse.
La Presidencia Municipal está cerrada, sólo un guardia cuida la puerta; a un costado, en la comandancia de Policía solo se ve una patrulla con muy pocos elementos. En una esquina un par de niños juega aventándose una pelota, lo demás es soledad. En la plaza principal quedan unas cuantas estructuras de puestos que no se llenaron de mercancías ni de clientes, esto por el “toque de queda” que, dice la mujer, les dijeron que habrá en el pueblo. “¿Quién les dijo eso?”, se le pregunta. “Nos dijeron”, y lo creen, porque saben que en las últimas semanas han levantado a algunos lugareños y no quieren problemas.
La región es patrullada por militares: hay retenes en los más importantes cruceros carreteros, convoys de la Marina con vehículos artillados y algunas partidas de la Fuerza Única. Las policías municipales apenas si se dejan ver.
En este ambiente, los dos auxiliares de la precandidatura independiente de Pedro Kumamoto al senado que prospectaban la zona, y a los cuales acompañó MILENIO Jalisco, optaron por retirarse de La Huerta. No la recomendarán para la gira del aspirante de la próxima semana por la costa de Jalisco; La Huerta descartada, Tomatlán, Melaque y Barra de Navidad, también. No por esta ocasión.