“No se puede debatir con un orate”: Granados
Un acto del precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador en Quintana Roo terminó con huevazos y en medio de la polémica por reciclar a personajes incómodos de aquel estado.
Primero, acaparó reflectores la presencia de Gregorio, Greg, Sánchez, quien acudió en su papel de dirigente estatal del Partido Encuentro Social.
Greg arribó al evento de precampaña de AMLO en Felipe Carrillo Puerto con batucada y una caravana de militantes de su partido y su esposa, portando un collar de rosas de colores.
El ex perredista fue aprehendido por la PGR en 2010, en plena campaña electoral, acusado de vínculos con el crimen organizado, aunque un año después fue exonerado.
Después de la bulla del ex alcalde de Cancún, robó los reflectores el ex priista José Luis Pech, hoy delegado de Morena en el estado. Con una gran lona, un grupo de no más de cinco inconformes, se manifestó por esta designación.
“Está vendiendo a Morena al PRI. No es un líder, es un déspota y está dividiendo a la militancia en el estado”, se leía en la lona que sostenían y que se esforzaban porque la leyera López Obrador, quien no ahondó en el tema y buscó minimizarlo.
Usó el mismo fragmento del discurso que ha venido usando para llamar a la unidad: “Morena es de puertas abiertas para todos, menos para Salinas, Fox, Calderón y Peña.
“Porque la transformación la vamos a lograr todos juntos, los de abajo, no estemos aquí peleando, al final nos están aplastando a todos, es como el gasolinazo, ni modo que al de PRI o al de PRD o al de Morena les hagan descuento. Es parejo”.
Pero el mensaje no fue suficiente. Al término del acto, mientras el precandidato presidencial atendía a la prensa, uno de los inconformes lanzó un huevo a Pech, quien abandonó de inmediato el lugar y se presentó en el siguiente acto con una camisa limpia. La advertencia está sobre la mesa: Andrés Manuel López Obrador amenazó con seguir “terqueando” hasta que haya una transformación en el país y no porque “la mafia de poder” lo acuse de estar “viejo y cansado”.
Así, pidió a los habitantes de Quintana Roo que lo recibieron con una limpia maya y convocaron a sus ancestros para que le den “la fuerza para seguir luchando por el pueblo”, que confíen en que su movimiento está más fuerte que nunca.
“Sobretodo porque este movimiento es la esperanza para la gente humilde, la gente pobre; por eso fue buena la decisión de seguir luchando. Ya querían los de la mafia del poder, después de 2006 y 2012, que nos retiráramos.
“Decían que ya estábamos cansados, enfermos, decrépitos, viejos y que era mejor que nos retiráramos, pero nosotros quisimos seguir adelante. Nos vamos a jubilar cuando lo decida el pueblo, no cuando lo quiera la mafia del poder”.
AMLO expresó: “Continuamos perseverando, terqueando, porque ahora estamos a punto de lograr una transformación, entre todos los de abajo”.
Una anciana de la comunidad José María Morelos le colocó un collar de flores y lo rodeó de incienso. Le entregaron un bastón maya con mazorcas que atraerán el poder de la tierra y plumas de pavorrreal, que simbolizan la fuerza de los dioses mayas.
La mujer le explicó que no tenían trabajo ni escuelas y mucho menos servicios de salud. Y las medicinas, ni pensar en poder conseguirlas.
Y en lengua maya, pidió para “que toda la fuerza de nuestros ancestros lo acompañen en este camino, para que logre la misión de ayudar al pueblo que tanto ha sufrido”.
El secretario de Educación Pública, Otto Granados, cuestionó en su cuenta de Twitter si es posible debatir “con un orate” que “sueña con ser una opción”.
“¿Es posible debatir con un orate? ¿Y así sueña con ser una opción? Más allá de sus problemas de senilidad y salud mental, le faltan ideas, argumentos, razones, hechos, datos duros y verificables, y le sobra demagogia, falsedad e inmoralidad”, escribió Granados, quien agregó que defenderá a capa y espada la reforma educativa. “Voy a defender a capa y espada la reforma (educativa) porque mi deber moral es hacer todo lo posible para que los niños de México tengan una educación de calidad y, con ella, una vida mejor. Nada más que eso, nada menos que eso”.
En días pasados, Andrés Manuel López Obrador ofreció al magisterio que, de llegar a la Presidencia de la República, echará abajo la reforma educativa.