Milenio Jalisco

LAS ROSCAS EN FAMILIA

Panaderos de toda la vida heredan la tradición

-

Cada 6 de enero, miles de familias mexicanas esperan la llegada de los Reyes Magos, quienes llegan cargados de regalos y bendicione­s, con ellos además una tradición se hace presente: partir y comer rosca de reyes.

Existen muchos lugares y panaderías donde se dedican a elaborar este peculiar pan con “niños” en su interior, azúcar y trozos de ate, higos y cerezas adornándol­a.

La familia Castorena Gutiérrez forma parte de esta tradición y desde hace cerca de 40 años esperan esta fecha para prender el horno, alistar la masa y elaborar este delicioso pan.

Este trabajo se ha enseñado de generación en generación y ahora es el turno de Eduardo Castorena, de 46 años. “Yo ya llevo como 15 años haciendo roscas, mi padre me enseñó, mis abuelos también se dedicaban a esto y aquí seguimos nosotros”, dijo Eduardo, mientras pesaba y separaba trozos de masa de rosca.

Detalla que desde finales de diciembre se abastecen con los ingredient­es: huevos, harina, mantequill­a, vainilla, azúcar, ate, higos, cerezas y claro los monitos de plástico; sin embargo esperan hasta el 5 de enero para comenzar con las preparacio­nes.

“Sí me emociona, cada año espero el 5 de enero para trabajar con las roscas, lo mejor es que es casero aunque lo difícil es aprender a hacerlas pero una vez que sabes ya todo es fácil”, expresó.

Otro de los sellos de la familia Castorena es el trabajo manual y casero, y aquí, todos trabajan, la mamá, el ayudante, los sobrinos, los hermanos y hasta la vecina.

“Aquí lo que tratamos es casi casi empezar el mero día para que la gente se lleve la rosca recién hecha, calientita, hay muchos que empiezan desde el 3 y no la verdad no, estas son del día”, señaló Eduardo.

La casa de los Castorena se ubica en la colonia San Rafael, una parte de la finca está adaptada como panadería con un enorme horno, mesas y tablones donde cada día elaboran bolillo, ahí en el barrio son muy conocidos y la gente se acerca a ellos por su sencillez y la calidad de su trabajo, además de la entrega con la que hacen sus productos.

El proceso de elaboració­n de una rosca dura alrededor de 3 horas en lo que se prepara la masa, se espera a que infle y se hornea. Cada temporada hacen entre 150 y 200 roscas tradiciona­les aunque también realizan roscas rellenas de frutos y chocolate, estas bajo pedido. Los precios van de los 100 a los 300 pesos según el tamaño o el relleno.

Una vez terminadas, Eduardo y su familia salen a vender a las tiendas y minisupers de la zona y se llenan de orgullo al poder seguir la tradición de las roscas y conquistar los paladares con este dulce manjar.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico