Mejoran la forma de calcular el valor del medio ambiente
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA AGRARIA ANTONIO NARRO Investigadores mexicanos diseñan cuatro metodologías para valorizar recursos naturales, que conjugan aspectos ecológicos, científicos, económicos y sociales
Investigadores del Departamento de Economía Agrícola, en la División de Ciencias Socioeconómicas de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (Uaaan), desarrollan metodologías para valorizar recursos naturales y ambientales, conjugando aspectos ecológicos, científicos, económicos y sociales. “Es un proyecto donde se aplican cuatro metodologías para calcular el valor económico de recursos ambientales y naturales como ríos, lagos, playas y parques, entre otros lugares públicos que no tienen un mercado establecido, pero su uso se hace de manera ineficiente porque no hay manera de cobrar o compensar los daños o alteraciones que se hacen en estos sitios”, explicó el doctor Gregorio Castro Rosales, profesor investigador del Departamento de Economía Agrícola de la Uaaan. Para desarrollar este proyecto se emplean cuatro métodos, a fin de dar un valor más objetivo e integral a los recursos naturales y ambientales, reforzando estudios técnicos de viabilidad ecológica y económica e involucrando a la sociedad.
Dichos métodos se denominan valorización contingente, costo de viaje, precios hedónicos y ordenación contingente. Estos cuatro ámbitos se agrupan en dos secciones, una de métodos directos y otra de indirectos. “Los métodos directos son aquellos como valoración contingente y ordenación contingente, donde se le pregunta a la gente directamente cuánto y si está dispuesta a pagar por la conservación y mejora de esos lugares; es la parte clave, además de los motivos y por qué, dejando en claro sus preferencias y queda un mercado hipotético”, detalló el especialista.
En el caso de la ordenación contingente, además de preguntar cuánto está dispuesto a pagar el usuario, se les cuestiona sobre el uso del dinero recaudado, se hace un análisis de la situación actual y qué se puede hacer para mejorarla; se les plantea un proyecto para identificar las áreas prioritarias. “En los métodos indirectos, a partir de lo que gastan, determinamos el valor que le dan al lugar. Por ejemplo, en el método de costo de viaje se hacen encuestas en el lugar a visitantes o personas cercanas al mismo y se les cuestiona sobre los gastos en que incurren al visitar el lugar. Te dicen cuánto están dispuestos a pagar con base en lo que gastaron. Es un método más utilizado para valor recreativo”, aclaró Castro Rosales.
El otro método indirecto, denominado precios hedónicos, se refiere a que a través de dos productos que sean idénticos se comparan con base en un atributo ambiental que los diferencia e interesa valorizar, como ocurre en dos viviendas iguales, pero una con acceso a un lago y la otra no. Esto se utiliza comúnmente para determinar el valor en aspectos con relevancia ecológica y científica de los diferentes lugares e identificados mediante estudios técnicos. Respecto a la importancia científica de este tipo de metodologías para la valorización de recursos naturales y ambientales, el investigador comentó: “En la teoría económica no te dicen cuánto vale el medio ambiente; por ejemplo, en un tomate pagamos solamente los costos de producción en los que incurrió el agricultor. Pero nadie le carga la degradación de suelo, contaminación de agua, impacto ambiental, etcétera. También sirve para solucionar conflictos que ocurren de carácter ambiental, por ejemplo si una empresa está contaminando, cómo solucionar este tipo de problemas y en esto ayuda este tipo de indicadores”.
Las metodologías desarrolladas en la Uaaan ya han sido empleadas para determinar el valor en lugares de relevancia ecológica y social como la Sierra de Zapalinamé y el Cañón de San Lorenzo (en Coahuila). También pueden aplicarse en la instalación de basureros, playas, manglares, entre otros lugares que necesiten ser valorados.
El especialista aclaró que este tipo de investigación “no pretende lucrar con la naturaleza, sino determinar un valor real a sus recursos y establecer términos de compensación. No se calcula el precio del lugar, sino el bienestar de la gente”.
Este proyecto también será aplicado en la Huasteca Potosina y diferentes áreas de cultivo. “Veo un futuro de auge de estas metodologías y estamos tratando de trabajar en la utilidad de los métodos para mejorarlos, hacer más robustas las investigaciones, creación de manuales, profundizar en la parte econométrica e innovar”, finalizó Castro Rosales.
El modelo “no pretende lucrar con la naturaleza, sino dar un valor real a sus recursos”: experto