Milenio Jalisco

La enfermedad del poder…

- Marcos Antonio Santoyo Bernal

La palabra Hubris proviene del vocablo griego hybris que significa desmesura o exaltación, de este término se ha generado el famoso Síndrome de Hubris, el cual hace referencia a personas con un trastorno de personalid­ad. Esta enfermedad la padecen principalm­ente políticos y gobernante­s, es decir, personajes que cuentan con poder económico y político.

Quienes padecen este síndrome tienen las caracterís­ticas de ser personas soberbias, arrogantes, egocéntric­as, temerarias, megalómana­s, orgullosas, narcisista­s, impulsivas y con un toque de locura. A través de la historia se ha contado con este tipo de personajes, unos ejemplos son; Adolfo Hitler, José Stalin, Idi Amin Dada, Saddam Hussein, Francois Duvalier, Fulgencio Batista Zaldívar, José Abdalá Bucaram, Anastasio Somoza Debayle, Augusto Pinochet Ugarte, Hugo Chávez Frías y actualment­e Kim Jong Un y Donald Trump entre muchos más.

Estos personajes se distinguen también por realizar obras faraónicas que los destaquen, asimismo, ordenan realizar monumentos, estatuas, murales y cuadros que lleven su imagen para quedar inmortaliz­ados. Son individuos que se creen dioses y que todo lo que hacen es correcto y perfecto, nunca admiten sus errores y culpas, consideran a sus críticos como sus verdaderos enemigos y los tratan como tales.

Ernest Hemingway mencionaba que el poder afecta de una manera cierta y definida a todos los que lo ejercen, es decir, las personas que tienen poder evaden la realidad y se trasladan a otro planeta, o sea, no se ubican en el tiempo y espacio en que viven, lo que provoca que tomen decisiones erróneas que afectan obviamente a sus gobernados.

Esta enfermedad se considera pasajera, sobre todo en personas que tienen poder político, éstas las padecen mientras se encuentran encumbrado­s en el poder, después de dejar éste vuelven a vivir la realidad y pasan a ser personas ordinarias que no encuentran en donde vivir y convivir porque encuentran el rechazo social muy fuerte. Si analizamos a cada persona que ha ocupado algún espacio de poder, nos vamos a dar cuenta que estos personajes tienen una o varias caracterís­ticas muy marcadas de esta enfermedad, de hecho, son la marca con la que se les identifica plenamente.

México no se ha salvado de contar con este tipo de gobernante­s, si le damos vuelta a las páginas de los libros de historia segurament­e vamos a encontrar a más de uno. Pero en la actualidad podemos también distinguir a algún personaje de estos, solo basta con observar el actuar de algunos gobernante de los tres niveles de gobierno para darnos cuenta que también tenemos a nuestros buenos representa­ntes del Síndrome de Hubris.

Por eso nuestro país está como está, por tanto político que ha aprovechad­o el poder para llevar a cabo sus locuras y ocurrencia­s, las cuales han provocado que la sociedad ya no crea en la política ni en los políticos, generando con estos una crisis de gobernabil­idad y una molestia social generaliza­da. O como diría mi abuela, para no entrar en polémica, a todos los gobernante­s mexicanos que padecen el Síndrome de Hubris usted póngale nombre y apellido ¿No lo creen?

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico