Peña, cambios y formas
No hay pex, al final el mundo sigue girando. Florestán
Finalmente ayer se dieron los cambios que le había adelantado desde noviembre, en las secretarías de Gobernación y Desarrollo Social, no en Agricultura, como le había dicho, pero sí en Trabajo.
Lo notable de estos cambios, que son una decisión unipersonal del presidente Enrique Peña Nieto, más que las salidas, son los relevos y el escenario inédito que le preparó a su amigo Miguel Ángel Osorio Chong para que él mismo anunciara su renuncia en una ceremonia en Los Pinos con asistencia de 20 gobernadores, la mitad del gabinete y decenas de funcionarios de la misma Segob que le brindaron tres largos aplausos, espacio que no dio a los demás renunciantes.
En cuanto a los nuevos titulares, hay que subrayar el arribo de Alfonso Navarrete Prida a Bucareli, un colaborador de al menos 11 años de Peña Nieto, y antes discípulo de Jorge Carpizo que fue su mentor; de Roberto Campa Cifrián a Trabajo, y que jugó un papel central en las negociaciones con grupos civiles desde su posición como subsecretario de Derechos Humanos, y de Eviel Pérez Magaña a Sedesol, donde era subsecretario, por su más cercano de cercanos, Luis Miranda. Tanto Osorio como el ex titular de Sedesol irán al Congreso, el primero al Senado y el segundo a San Lázaro.
De los nombramientos también destacar que no fue a Sedesol, como se llegó a asegurar, yo entre otros, la subsecretaria de Hacienda y mano derecha de José Antonio Meade, Vanesa Rubio, porque se podría haber mandado el mensaje que desde allí se operaría la campaña priista.
De Osorio decir que es el secretario de más larga permanencia en Gobernación, cinco años y 41 días, desde que Manuel Bartlett ocupó ese cargo en el sexenio de Miguel de la Madrid, 1982-88. El promedio de sus sucesores fue de año y medio. Tres con Carlos Salinas, cuatro con Ernesto Zedillo, dos con Vicente Fox, cinco con Felipe Calderón, al que se le mataron dos en accidentes aéreos, Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora.
Y ahora a esperar la inminente publicación de la convocatoria del PRI para el registro de precandidatos al Senado y a la Cámara de Diputados, donde por primera vez en su historia habrá espacio para no militantes, tras las reformas de su última asamblea.