JOAQUÍN SABINA, COMO EN SU CASA
Una velada muy íntima la que brindó anoche en el Telmex
La noche del sábado ante miles de personas Joaquín Sabina dio repaso a sus éxitos en una cálida velada en contraste con el frio de esa noche al exterior.
Aunque en Auditorio Telmex no lució lleno, eso no fue impedimento para otra grata experiencia.
A las 21:05 horas se escuchó la tercera llamada, la llegada de Joaquín al centro del escenario provocó una ovación de pie. “Cuando era más joven” fue la apertura, con esencia campirana y con guitarra en mano. Continuó con “Lo niego todo” para la cual tomó asiento.
“Buenas noches tapatíos, me imagino que habrán escuchado que hace unos días tenía una de esas gripas, por lo cual tuve que suspender unos conciertos, aun no estoy repuesto pero no podía dejar de venir a mi Guadalajara. Así que lo peor que puede pasar es que de repente tenga un ataque de tos o que suene más desafinado que de costumbre. Es la segunda vez que venimos a la ciudad con esta gira y estamos muy agradecidos con que decidieran venir una vez más”, platicó el llamado Juglar Roquero.
“Quien más, quien menos” y “No tan deprisa” fueron los temas siguientes, con el humor que le caracteriza también proclamo cuando una de las asistentes le gritó un piropo, “propuestas no, teléfonos”.
“Cuando yo tenía 20 años exiliado en Londres, escapando del franquismo, cantaba en el metro canciones de José Alfredo Jiménez, de Violeta Parra. Ahí pude ir a un concierto de Bob Dylan y los Rolling Stones y ese veneno que conocen como el rock, entró en mí. Una vez que se murió Franco, que tardó mucho, regresé a España con una pierna de cantautor y otra de roquero” dijo antes de comentar una anécdota que dio apertura al acompañamiento en voz de Jaime Asúa en “Las noches de domingo acaban mal”.
“Donde habita el olvido” se sumó al setlist. “Hay muchos cantantes que dicen que lo peor de las giras es que están lejos de casa. Pero déjenme decirles que en Guadalajara yo me siento como en casa y estos músicos que siempre me acompañan son mi familia”, dijo, y entre ellos destacó a Mara Barros corista quien ha realizado su propio disco y le cedió el escenario para interpretar “Hace tiempo que no” de su disco Por motivos
personales. Aprovechando el breve descanso de Sabina fuera de escena, continuó Pancho Varona cantando “La del pirata cojo”. Al finalizar Joaquín regresó para interpretar “Una canción para la Magdalena” sin duda una de las más coreadas.
“Por el boulevard de los sueños rotos”, “Y sin embargo te quiero”, “Peces de ciudad”, “19 días y 500 noches” y “A la orilla de la chimenea” se agregaron también, algunas con el acompañamiento en voz de Antonio García de Diego, Barros y Asúa.
La artillería pesada llegó con “Noches de boda”, “Y nos dieron las diez” para cerrar llegando a las 23:00 horas con otros favoritos como “Contigo” y “Pastillas para no soñar”, en una noche que se caracterizó por su calidez y acercamiento de Sabina a su público.