Relevo generacional en la Canaco
Este año la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara cumplirá 130 años. Institución antigua, sin duda, pero al mismo tiempo, con una virtud importante: siempre ha sido capaz de renovarse, de entreverar antiguas y nuevas generaciones, de depositar en jóvenes la experiencia, capacidad y talento que de manera innegable han mostrado los integrantes de ese sector, siempre con una visión que trasciende su propia actividad para constituirse en defensora y promotora neta de la ciudad y del estado.
Aún viven muchos de los forjadores de una CANACO que supo modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos, sin desconocer sus bases, orígenes e identidad. Hay que volver la mirada a nuestra propia historia para apreciar el papel que ha jugado, incluyendo un fugaz momento en el que fungió como espontánea autoridad pública en medio de un espacio de anarquía local en la época revolucionaria. Quién no tiene presente, quizá por referencia por lo menos, el interés de esta cámara por lo trascendente de la llegada a la capital jalisciense de su habitante un millón en 1964. Dicho “tapatío”, que llenó de alegría a la nueva ciudad “millonaria”, cuando todo nos sonreía. Ciudad hermosa de fuentes y rosas, que llegó a ser tan atractiva que de visita aquí Walt Disney pensó seriamente en levantar en este paraíso de antaño un parque de diversiones. Al igual que muchas cosas, el sueño se frustró.
Sin embargo, la historia de la CANACO fue ligando grandes éxitos, así que un grupo de sus más prominentes miembros (de apellidos Moragrega, Sarquís, Baruqui, Lopez, Franco, Levy, Chalita, etc.) se lanzó a la construcción en México del primer gran centro comercial (plaza en nuestro lenguaje, “mall” en el ajeno), inaugurado en noviembre de 1969.
Así, llegó la CANACO a su centenario, a la construcción de su actual sede y ya en el 120 y el 125 aniversario, los homenajes se multiplicaron hacia aquellos que, en vez de colocar sus negocios en manos de empresarios de otras latitudes, prosiguieron con su propio esfuerzo y afrontaron el reto de la competencia nacional e incluso la global. La verdad sería prolijo y quizá injusto nombrar a algunos de los presidentes del organismo que más han destacado, solo lo haré con quien coincidimos en tiempo, Miguel Alfaro Aranguren quien con visión transformadora y el impulso a la participación ciudadana fue fácil hacer equipo. Todos, en conjunto, simplemente han cumplido su parte, pero, siempre, aferrados a su tradición, aunque con los pies en la tierra y la mirada en el futuro.
Así llegamos a uno más de los cumpleaños icónicos, que ahora la tocará a un presidente recién electo, Xavier Orendáin de Obeso. Por motivo cierto se dice que de estirpe le viene al galgo, así que este joven Orendáin trae la herencia de su abuelo y desde luego de su padre, Xavier Orendáin Martínez Gallardo, presidente a su vez en el ciclo 97-98. Dos décadas después, la nueva generación representada por Orendáin de Obeso se prepara a tomar la rienda del comercio organizado tapatío, lo cual no solamente deriva de una intensa actividad empresarial, sino, en forma paralela, de una determinación firme por participar en las elevadas causas sociales.
A Orendáin padre le tocaron también momentos difíciles por la delincuencia, con una plaga de secuestros que llevó a sumar esfuerzos en México Unido Contra la Delincuencia, junto con otro valor empresarial, el desaparecido Guillermo Martínez Mora quien entonces ocupaba la presidencia de Coparmex Jalisco. Igual defendió hasta lo último la importancia del Consejo de Colaboración Municipal, una figura que tanto sirvió a la ciudad y don Xavier sigue aún en acciones siempre vinculadas a la promoción social y la filantropía.
Así que tuvo buena escuela Xavier hijo, quien ya ha mostrado otras facetas a la de buen empresario. También se ha distinguido ya como impulsor de tareas de beneficio a la sociedad civil, integrante de la Comisión Institucional para la Implementación del Sistema Anticorrupción, logró colocar un kiosko de transparencia en la misma CANACO y ya antes había participado -incluso por motivos personalesa las causas de defensa de las víctimas de la violencia vial, sumándose a la enjundiosa lucha de Alma Chávez Guth.
El comercio es una de las bases angulares de la vida económica de Jalisco y, a pesar de dificultades y problemas como la inseguridad (entre 2016 y 2017 sufrió el incremento de robos a negocios casi al doble según MIDE Jalisco y el SNSP), en ese mismo término, pese a todo logró aumentar su crecimiento en un 7.5 por ciento, prácticamente el doble de lo alcanzado por esa actividad a nivel nacional. Es decir, nuestro comercio sabe indudablemente enfrentar cualquier desafío.
Espera a Orendáin de Obeso quizá un tiempo más complicado: temores de fracaso en el TLCAN, volatilidad de los mercados externos e internos, la inseguridad que sigue rampante y hasta incertidumbres ante la próxima elección. No obstante, parece que la CANACO nació para toda clase de pruebas y sus nuevas generaciones, como la del joven Xavier, saben además de la necesidad de ser un verdadero contrapeso a las autoridades y por supuesto el papel que les corresponde: salir adelante, siempre adelante.