Fiscal: Autoridades no están rebasadas
Dice que la mayoría de crímenes están vinculados a la delincuencia organizada y se redoblará la vigilancia En lo que va del año en el estado mueren asesinadas 3.5 personas por día, según recuento de MILENIO Luis Carlos Nájera niega haber protegido al CJ
Su viejo gesto adusto ha perdido la rudeza de antaño. Ahora gesticula y demuestra sus emociones, como cuando recuerda que perdió a su familia por dedicarse a combatir criminales o como cuando asegura tajante que él nunca protegió al Cártel Jalisco, sino al contrario.
Es Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, abogado que luego de más de 25 años dedicados a la seguridad pública —donde empezó como policía y llegó a ser Secretario de Seguridad Pública y el primer Fiscal general del estado— se retiró por dos años y ahora vuelve para ocupar la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), cartera de primer nivel en el gobierno estatal, pero alejada de las pistolas y los uniformes tácticos.
“(Como Fiscal) trabajamos en un combate frontal en contra de la delincuencia en general, no solo del crimen común sino de la delincuencia organizada, muestra de ello fueron los enfrentamientos que tuvimos, los ataques inclusive contra colaboradores muy cercanos de un servidor”, responde Nájera a MILENIO RADIO Digital cuando se le pregunta sobre las versiones que le atribuyen haber cobijado al ahora cártel más extendido en el país.
“Teníamos acotados a este grupo delictivo en ciertas áreas y hoy vemos cómo se ha expandido, aunque por allí mucha gente decía que yo era el que le daba protección, yo me salí y fue cuando creció”.
¿Entonces no lo protegía?
“Es falso, nunca hubo protección ni complicidad con nadie. Habrá gente que no quiera ver esto (…) a esa gente no la voy a convencer ni busco convencerla. Yo lo que quiero es que los jaliscienses vean los resultados, hagan la comparación y vean que el tiempo que yo estuve fueron buenos resultados”.
Apuntala su dicho con que, en julio de 2015, cuando dejó la Fiscalía, ese cártel estaba presente en seis entidades, ahora está en 22, además de que los narco bloqueos del 1 de mayo de aquél año, no fueron consecuencia de un operativo estatal, sino federal, además que se tuvo una de las respuestas más rápidas en cuanto al retiro de barricadas y desbloqueo de calles y carreteras: una hora, pero la presión que le siguió lo llevó a presentar su renuncia y abrir una pausa ¿Se ganó muchos enemigos? “Atacaron a gente muy cercana a mí, hubo muchas amenazas, llegamos a un punto que por salud mental yo creo que era muy bueno dar un espacio (…) Fueron dos años (de retiro) que me ayudaron mucho, que hice muchos análisis hacia el interior que me ayudaron con mis hijos más que nada, porque no pude recuperar a mi familia, perdí la relación con la madre de mis hijos, pero son gajes del oficio” ¿Por el servicio público? “Sí, te entregas tanto al servicio público que descuidas hasta la propia familia y bueno, son cosas que tuve que pagar”.
Justicia laboral
¿Por qué regresar al gobierno cuando quedan apenas nueve meses a la actual administración? se le pregunta a Nájera.
“(El) combate a la delincuencia implica a salud, empleo, implica muchas cosas, educación, no le podemos cargar todo a seguridad y nosotros desde la Secretaría del Trabajo queremos generar nuevas oportunidades para los jóvenes. Sabemos que si los jóvenes jaliscienses tienen empleos bien remunerados, tienen una forma atractiva de costearse la vida y voltearán menos al tema del crimen organizado”, responde.
En su nueva encomienda como Secretario del Trabajo, Nájera reconoce que se topa con un rezago de 81,506 expedientes en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, y propone reducirlo con el apoyo de jóvenes de servicio social de las universidades locales que auxilien en agilizar procedimientos sencillos y sin costo para el erario.
Propone enfocar al Área de Conciliadores en las tres juntas especiales que tienen el mayor rezago, la 13, 16 y 17; así como hacer un análisis de los errores más frecuentes en los procedimientos más atrasados, impulsar las conciliaciones, privilegiar la permanencia de las fuentes de trabajo y evitar, con el diálogo, que ninguna de las partes abuse de la justicia laboral.
También rechaza que busque reivindicarse o limpiar su nombre con su regreso al gabinete: “Dicen que lo que no está sucio ni jabón ocupa”, responde un Nájera menos presionado pero con un pasado que aún le persigue.