Maersk hace olas con venta de su negocio de petróleo
“Llega el fin de los conglomerados”, pregona inversor activista Cevian Capital
El grupo francés Total adquirirá a finales del trimestre las unidades energéticas de la naviera danesa por 7,500 mdd; la industria duda de la nueva estrategia
Las separaciones están a toda furia. En el mundo corporativo la división de conglomerados nunca ha estado tan atractiva. Siemens y General Electric, tal vez los principales grupos industriales, son los ejemplos más visibles, siguen estrategias que apenas hace unos años se habrían considerado demasiado radicales. Las divisiones las incitan los inversores activistas como Cevian Capital, que incluso pregonó esta era como “el fin de los conglomerados”.
Sin embargo, algunas veces vale la pena dar un paso atrás y considerar el razonamiento para dividir una vez más. Por ejemplo, Maersk.
Hace cuatro años el grupo danés tenía sus manos en muchos pasteles, desde empresas de las que era propietario total en el mundo de transporte por contenedores, gas, petróleo y plataformas de perforación, además de ser el principal accionista del banco y la cadena de supermercados más grande de Dinamarca. Así que parecía necesario tener un mayor enfoque.
Las participaciones en Danske Bank y Danske Supermarked fueron las primeras en irse. Pero los pasos más grandes se produjeron hace 18 meses, cuando Maersk anunció que vendería todas sus operaciones de energía, con lo que quedaría concentrándose exclusivamente en los embarques y la logística.
La división reflejó la frustración interna de que las operaciones de energía no funcionaron como una “cobertura natural” para la unidad de transporte por contenedor. La idea era que cuando el precio del petróleo estuviera alto, Maersk ganaría dinero adicional a través del negocio de energía mientras sufría por los altos precios del combustible para sus gigantescos barcos portacontenedores. En el caso contrario, los bajos precios del crudo deberían ser una gran ayuda para los embarques.
En los últimos tiempos no funcionó de esa manera, ya que el transporte por contenedor se vio afectado por el exceso de capacidad y la debilidad del comercio mundial como consecuencia de la crisis financiera de 2008. El día que Maersk anunció su división, el crudo Brent cotizaba en cerca de 47 dólares por barril.
Sin embargo, actualmente el Brent se cotiza a un nivel cercano a 70 dólares. Eso ayudó al negocio petrolero de Maersk, que acordó vender a la francesa Total por alrededor de 7 mil 500 millones de dólares, casi el triple de sus utilidades de 2016 al año pasado, consolidando su posición como la unidad más rentable del conglomerado.
Al mismo tiempo, algunas antiguas preocupaciones sobre el transporte por contenedor regresaron, con el precio de las acciones de Maersk que presentaron una caída de un cuarto en los últimos seis meses.
Algunos inversionistas se preguntan qué tan bien va la división. “Evidentemente, preferiríamos asignar capital nosotros mismos”, dice un inversionista danés. “Pero deshacerse de una operación que era tu principal fuente de utilidades y donde podías utilizar el flujo de efectivo en el resto de la empresa, bueno, eso es audaz. Todavía me preocupa que la industria del transporte por contenedor no sea tan racional como ellos creen”.
Soren Skou, director ejecutivo de Maersk,rechazatodoeso.Argumenta que enfocarse totalmente en los embarques y la logística todavía es la estrategia correcta. Maersk se mantiene expuesto al aumento del precio del petróleo, agrega, a través de una participación de 3.8 por ciento en Total que debe recibir cuando se concrete el acuerdo a finales de este trimestre.
Su visión es hacer que un contenedor sea fácil de pedir y encostos tregar de un lado del mundo al otro, como si fuera paquetería, usando Maersk Line para los envíos, su unidad de puertos APM Terminals, y Damco para el transporte de carga. Pero si bien Maersk Line es sin duda el monstruo de su industria que transporta casi una quinta parte de la carga marítima, carece de escala en otras partes de la cadena de suministro.
Sigue expuesto al precio del petróleo, el precio más alto del combustible búnker provocó que la factura de combustible Maersk Line aumentara más de 50 por ciento el año pasado. Un incremento similar de 100 dólares por tonelada en los de combustible podrían perjudicar sus ganancias en 500 mdd, advirtió.
La agilización de Maersk también es una apuesta de que la industria de transporte por contenedores no va a repetir sus propios errores. Las empresas de familias con mucho dinero que no cotizan en bolsa y las empresas controladas por el gobierno se comportan irracionalmente desde hace mucho tiempo, piden barcos incluso cuando disminuye la demanda.
Muchos se muestran escépticos de que la industria pueda cambiar su forma de pensar, pero Skou argumenta que el aumento de la consolidación significa que los mayores participantes tienen un interés cada vez mayor de hacer lo correcto.
Aún así, el mercado parece escéptico. Skou se encuentra bajo la presión de tener que demostrar que una división no es tan difícil de hacer.
sufrió con un alza de 50% en su factura de combustible en 2017