Populismo
E n el vocabulario de las ideas políticas el populismo es un concepto tan extendido como impreciso, en el Diccionario de Política de Bobio-Matteucci se dice que pueden ser definidas como populistas aquellas fórmulas políticas por las cuales el pueblo, considerado como conjunto social homogéneo y como depositario exclusivo de valores positivos, específicos y permanentes, es fuente principal de inspiración y objeto constante de referencia.
Agrega, se ha dicho que el populismo no es una doctrina precisa sino un “síndrome” ya que no corresponde a una elaboración teórica orgánica y sistemática, y que está más latente como denominación que como teoría explícita. Además, el concepto de pueblo no está racionalizado en el populismo sino más bien intuido o postulado apodícticamente (incondicionalmente cierto o necesariamente valido), ya que el pueblo es asumido como mito.
Al mencionar algunas tipologías de populismo incluyen el movimiento de Gandhi, el Sinn Fein irlandés, el PRI (sobre todo con Lázaro Cárdenas), el gobierno de Getulio Vargas en Brasil, la APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana) peruana, Perón en Argentina, la República socialista de Tito en Yugoslavia, el socialismo de Nyerere (gobernó Tanzania de 1962 a 1985) y a Nasser en Egipto.
Getulio Vargas tomó la presidencia de Brasil en 1930 por un golpe militar, abolió la Constitución de 1891, gobernó dictatorialmente, imitó las formas fascistas, creó un Estado corporativo, restringió severamente la actividad política, organizó un estricto control de prensa, nacionalizó numerosas industrias y fue depuesto en 1945; volvió a ser presidente en 1951, gobernó enfrentado con los sectores productivos, impuso una política demagógica como duplicar los salarios por decreto y limitar, por ley, las utilidades de las empresas extranjeras, ante la situación política y económica tan degradada los militares le exigieron su renuncia y Vargas se suicidó (agosto 1954).
El militar Juan Domingo Perón fue electo presidente de Argentina en 1946, creó el peronismo como un movimiento social de masas basado en el control de los sindicatos, Evita su esposa encabezó la lucha de los pobres (los descamisados), fue derrocado en 1955 y vivió en el exilio. A sus 83 años volvió a la presidencia (Campora entró como presidente el 25 de mayo y renunció el 13 de julio de 1973), pero Perón falleció unos meses después (en septiembre de 1974 lo sustituyó su esposa Estela quien sería derrocada por los militares en 1976). Hoy día el peronismo, más que una fuerza política es una especie de culto.
El mariscal Josip Broz “Tito”, fue fundador del Partido Comunista yugoslavo en 1924, secretario general desde 1937, primer ministro en 1945 y presidente de Yugoslavia de 1953 hasta su muerte (en 1974 fue designado presidente vitalicio), mantuvo fuera de la órbita de la URSS su régimen comunista y de manera forzada la unidad de ese país, murió en 1980 a los 88 años de edad, una década después su país vivió una cruel guerra civil y quedó desmembrado en siete naciones.
El militar Gamal Abdel Nasser fue uno de los organizadores del golpe militar que derrocó al rey en 1952 y creó la República de Egipto, fue primer ministro en 1954, dio un golpe militar en 1956 y mantuvo la presidencia de Egipto hasta su muerte (por infarto) en 1970. Su acción más significativa fue la nacionalización del Canal de Suez y de compañías extranjeras, enfrentó la intervención militar de Gran Bretaña y Francia, perdió la guerra del Sinaí con Israel en 1967, gobernó con el apoyo del único partido permitido, la Unión Socialista Árabe de tendencia autoritaria, fomentó el panarabismo, fue antiimperialista y alineado a la URSS.
A estos ejemplos de gobiernos populistas habría que agregar varios más, entre ellos a Néstor y Cristina Kirchner quienes gobernaron Argentina de 2003 a 2015; y desde luego, al comandante Hugo Chávez quien mantuvo la presidencia de Venezuela de 1999 hasta su muerte en 2013, pero el populismo radical que instauró se sostiene como dictadura.
En México, además del general Lázaro Cárdenas se podría incluir en esta tipología los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo (1970-1982) caracterizados por incremento de deuda y gasto público, elevada inflación, adquisición o expropiación de empresas, (en 1982 el Estado poseía 1180 empresas), estatización de la banca, proteccionismo, una supuesta cruzada antiimperialista, un fuerte discurso demagógico y políticas económicas ruinosas (misma demagogia y políticas que ahora predica López Obrador).
De este somero análisis de algunos de los regímenes que han sido calificados como populistas destacan algunos rasgos comunes, el largo periodo de tiempo que han permanecido en el poder los presidentes populistas, su objetivo de instaurar el socialismo, su tendencia al autoritarismo, y el hecho que casi todos fueron militares que murieron en el ejercicio del poder.
Algo más, el fracaso de las políticas populistas que impusieron.