Tres décadas de ser el pulmón de GDL
El Zoológico de Guadalajara, inaugurado en marzo de 1988, se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos de la Perla Tapatía
Apoco más de tres décadas de su fundación, el Zoológico de Guadalajara se ha convertido en uno de los lugares más significativos para la ciudad y uno de los más importantes del país. Hace 32 años, apenas era una idea concebida como un espacio de recreación para los tapatíos.
En 1986, el entonces alcalde de Guadalajara, Eugenio Ruiz Orozco, realizó una encuesta a los pobladores sobre las atracciones que hacían falta en la Perla Tapatía, y la mayoría decidió que un zoológico.
Así, el presidente municipal se dio a la tarea de llevar a cabo el proyecto, para el cual contó con el apoyo y participación de Enrique Álvarez del Castillo, entonces gobernador de Jalisco. Ambos crearon un consejo de administración que desde entonces decide el rumbo de la institución, además participan nueve prominentes empresarios de la ciudad.
A mediados de ese año, comenzó la planeación y edificación; para 1987, cuando los trabajos se realizaron más arduamente, el médico veterinario y actual director del Zoológico de Guadalajara, Francisco Rodríguez Arjón, se integró al equipo como director técnico.
“Me incorporé en el año 87, antes de que se abriera el zoológico en agosto, precisamente cuando se estaba por concluir su edificación, había una gran cantidad de gente, recuerdo que había alrededor de 20 constructoras o más trabajando a la par, todas bajo un mando, para echar a andar lo que parecía inalcanzable, que es el zoológico de Guadalajara, se construyera en menos de un año”, compartió en entrevista.
El reto se cumplió en sólo un año. El Zoológico de Guadalajara fue concluido y presentado exactamente un 11 de marzo de 1988, sin embargo fue abierto al público siete días después, en ese entonces quien ocupó el cargo de director fue Luis Ignacio Villa García, durante casi un año.
A su inauguración, el Zoo- lógico de Guadalajara tenía un espacio de 32 hectáreas, 270 especies de animales y mil 872 ejemplares que fueron adquiridos en diversas partes del mundo o donados por otros zoológicos del país.
Rodríguez Arjón, quien estuvo de cerca en este proceso, recordó: “Me tocó toda la labor de consecución
de todas las especies, realicé varios viajes dentro del país y al extranjero para traer todos los ejemplares que habíamos adquirido o recibido como donación, por ejemplo, del zoológico de Chapultepec aquí en México, de Nueva York, de Phoenix, de Kioto, y de varios ranchos de crías de animales recibimos antílopes, jirafas entre otros”.
Para mayo de 1989, Rodríguez Arjón quedó a cargo de la dirección y junto a un equipo de más de 200 personas fueron trabajando en innovaciones y adecuaciones para crear un pulmón verde dentro de la ciudad. En 1991 construyeron la planta de tratamiento de aguas residuales y de ahí el crecimiento de los espacios fue inminente.
“El zoológico era muy seco en aquel entonces, estaba desprovisto de vegetación y de árboles y en estos 30 años es otro panorama, sobre todo en cuestión de flora, y esto en gran medida se resolvió gracias a la planta de tratamiento de aguas residuales, tratamos no sólo el agua que el zoológico utiliza para su servicio sino también el agua de Huentitán, se procesan aguas negras y se utilizan 25 litros por segundo, gracias a ella la vegetación del zoológico es totalmente distinta, somos 50 hectáreas de pulmón verde”, señaló.
Pronto se vinieron adecuaciones y poco a poco la construcción de diversas atracciones como el acuario que fue el más importante a nivel nacional, pues se trata del primero en construirse en ciudad, el safari, herpetario, la jungla de los monos, el rancho veterinario, el albergue de elefantes e hipopótamos por
lo que expandió su espacio y se abrió una segunda puesta, ahora por la Calzada Independencia.
“Ha sido un reto, hemos podido conseguir y llevar a cabo proyectos inimaginables, definitivamente el zoológico es el más completo en cuanto a áreas se refiere, eso nos hace sentirnos muy orgullosos del trabajo que hemos logrado hacer en 30 años”, expresó.
Para su mantenimiento, actualmente el Zoológico de Guadalajara requiere más de 22 millones de pesos anuales, y puesto que no cuenta con subsidio del gobierno, se mantiene gracias a la iniciativa privada y a lo recabado tanto en taquillas como en las diversas atracciones del lugar, así como la venta de y la renta del espacio a Selva Mágica, por ello es constante su renovación y la creación de nuevas atracciones para permanecer dentro del gusto de los tapatíos y a las par atraer a nuevos visitantes.
Actualmente, el Zoológico de Guadalajara cuenta con más de 50 hectáreas desarrolladas, 380 especies y cerca de cuatro mil ejemplares, cuentan con nuevas y mejoradas atracciones, como el teleférico Sky Zoo, Antártida del Reino de los Pingüinos, la Ruta Orangután, las Maravillas del Kalahari, la reserva Michilía.
Además, ha sido escenario de innumerables nacimientos, entre ellos el primero en Latinoamérica de pingüinos Adelie y han contado con la visita de especies de diversas partes del mundo como los koalas australianos, el cocodrilo blanco y el dragón de komodo, así como los osos panda.
“Todas las obras que se han hecho a lo largo de los años han surgido de la contribución de los usuarios, de los más de 31 millones de visitantes que han pasado por nuestras taquillas y que han contribuido de manera generosa para que la institución sea un orgullo para esta ciudad y uno de los zoológicos más importantes no sólo de la República sino también de Latinoamérica”, finalizó el director de la institución.