La muerte de la ideología en tiempos electorales

Derecha, izquierda y PRI fueron las tres ideologías dominantes de la segunda mitad del siglo pasado. Los motivos para votar siempre han sido diversos, pero en esa época coincidían en algo fundamental: la decisión pasaba por la ideología.

Uno podía oponerse al partido hegemónico, y lo podía hacer desde la derecha o desde las múltiples izquierdas, que convergieron en el famoso frente de 1988. El lado de la oposición que se elegía se convertía en una característica identitaria.

Llegado el 2000, la ideología pasó a segundo plano por vez primera. Vicente Fox, con su “hoy, hoy, hoy”, aglutinó votos de todas las corrientes: el objetivo no era decidir cómo gobernar ni qué tipo de país se quería, sino cuál no. El fiasco de Fox, en lugar de regresar la ideología a planos principales, la sepultó.

Ahí está el sexenio de Felipe Calderón, que continuó el camino trazado por Fox. En campaña propuso mantener el rumbo, las cosas como estaban. Economía estable, desempleo bajo, menos impuestos. Ése era el objetivo. ¿Qué país se quería? Un México “ganador”, decía Calderón, como si alguien quisiera vivir en uno perdedor.

Enrique Peña hizo lo mismo que el PAN con el PRI en el 2000. Había que sacarlos del poder porque no habían dado resultados. Él sí los daría. Ideología, posturas o ideas, ninguna. La praxis pura.

La falta de ideología es hoy más clara que nunca. Ya no es exclusiva de PAN y PRI. A ellos se suman el PRD, cuyo deseo de subsistir, y vivir del erario, antecede cualquier cosa. Y Morena, que pregona una nueva moral —whatever that means, como dice Salvador Camarena—, pero cuya práctica es dominada por las alianzas imposibles, aquellas que mezclan corrientes y puntos de vista en teoría irreconciliables, pero que juntos consiguen votos.

En 2018 la elección no es sobre lo que crean los partidos. El votante no tiene frente a sí un espectro de valores sobre el cual decidir, por lo que su decisión queda limitada a votar por quien considere el menos malo de quienes buscan gobernar a México.