Alcantarillas, son trampas urbanas por el robo de tapas
El robo de tapas de registro, coladeras y bocas de tormenta, se ha vuelto una práctica habitual en diversos puntos del Área Metropolitana de Guadalajara, esto convierte banquetas y calles en trampas urbanas tanto para peatones, como para motociclistas, ciclistas y automovilistas; mientras que estos artículos, se comercializan principalmente en chatarreras por un pago desde los 90 pesos por cada una.
Los automovilistas suelen quejarse por los baches, los peatones por las calles en malas condiciones, sin embargo, en ambos casos, consideran que son aún más peligrosas las coladeras abiertas, “aquí en el fraccionamiento son nueve tapas que se robaron, todas de aquí por la unidad deportiva donde la gente viene a correr, es más si te fijas está de bajada y cuando vienen en bici no se pueden parar”, señaló Edith, vecina del fraccionamiento Lomas del Sur en el municipio de Tlajomulco.
Las tapas que son robadas, se estima que pueden llegar a negocios de compra y venta de metales o chatarreras, donde se pagan a un precio muy por debajo del valor que tienen y de lo que le cuesta a los municipios y el estado su reposición, pues de acuerdo a información del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), la reposición de una boca de
Al venderse por kilo, su costo dista del gasto que deben hacer las administraciones de los municipios para sustituirlas
Tanto peatones, como para motociclistas, ciclistas y automovilistas pagan las consecuencias
tormenta le representa un gasto de alrededor de mil 500 pesos entre material, traslados y pago al personal.
En el centro de Guadalajara, en el cruce de las calles Alemania y Venezuela, apenas a unos metros de un punto donde se puede leer la leyenda “respeta tu ciudad”, escrita por autoridades municipales como parte las labores de la rehabilitación de vialidades, los vecinos se han encargado de colocar tres llantas sobre una alcantarilla cuya tapa fue robada hace al menos tres semanas durante la madrugada, “aquí los mismos vecinos fueron los que pusieron las llantas para que los que van manejando se den cuenta, porque en la noche nada más se escuchaba el golpe, la frenada y la tronadera de llantas”, explicó el señor Carlos, que habita en esta zona.
El robo de alcantarillado se extiende por toda la ciudad, en donde se estima que tan solo bajo la responsabilidad del SIAPA, hay más de 15 mil tapas de registros, coladeras, alcantarillas y bocas de tormenta.