¿Qué has hecho, Gobernador?
La semana pasada recibí la invitación por parte del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos, para asistir al diálogo sostenido entre los directivos de esta organización civil dedicada a la medición de indicadores de calidad de vida y el gobernador del Estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. Organizado con el propósito de responder a la pregunta ¿qué has hecho, Gobernador?, el evento resultó propicio para dar a conocer el seguimiento realizado por el Observatorio Ciudadano a los avances y retrocesos de la administración pública de Jalisco, con base en una metodología clara y sencilla, que se estableció a partir de la información reportada por los indicadores del propio gobierno estatal, y contenidos en el más reciente informe de gobierno.
Entre los hallazgos más significativos de este esfuerzo ciudadano, se encontraron que al cierre del 2017, únicamente 95 de los 132 indicadores pudieron ser evaluables conforme a la metodología del organismo ciudadano, en virtud de que 37 indicadores no mostraron una actualización al 2017 y 7 más mostraron algún comportamiento irregular conforme a la metodología establecida. No obstante, sobre el universo de indicadores observados se pudo establecer que 31 indicadores fueron cumplidos, lo cual quiere decir que el valor alcanzado fue igual o superior a la meta establecida por el Plan Estatal de Desarrollo (PED) vigente; además, se encontró que en 12 indicadores el avance que se pudo constatar supera el 51 por ciento, en tanto que en 22 de ellos el avance está por debajo de ese parámetro porcentual. Por otra parte, en 18 indicadores se confirmaron retrocesos, lo cual significa que el valor alcanzado en 2017 es de signo negativo respecto de la meta establecida en el PED, lo cual es posible interpretar como un empeoramiento de la situación medida por dicho indicador. Esta primera mirada a las cifras que usted, amable lector, puede consultar en el sitio web jaliscocomovamos.org, es apenas una invitación para adentrarnos a eso que Augusto Chacón refirió durante su presentación como un bosque, para describir de manera lúdica al pulso que se le tomó a nuestra vida pública a través de este ejercicio de evaluación ciudadana. Ciertamente aún faltaría complementar dicha mirada con información de contexto para lograr una mejor comprensión de lo que las cifras nos indican, incluso podríamos estar o no de acuerdo con el método mismo de medición; sin embargo, lo que no se le podrá escatimar al esfuerzo ciudadano es el haber logrado convencer al ciudadano gobernador de acudir a dialogar civilizadamente sobre la base de una información pública que fue cocreada cívicamente y en colaboración con las autoridades.