LA AUSENCIA DE CAMIONES AFECTA A LOS CIUDADANOS
Particulares, dependencias, policías, bomberos, y otros, se solidarizaron para trasladar a los afectados
La gente más humilde, la que tiene que trabajar a kilómetros de distancia de su casa, la que no puede pagar con facilidad por el servicio de un taxi o un Uber que sustituyan al camión, fue la más afectada con el paro del transporte público que se vivió ayer jueves.
El sol aún no se asomaba y la ciudad de Guadalajara ya era un verdadero caos por la falta de camiones.
Largas filas de personas desesperadas por llegar a su trabajo o escuela se apreciaron a lo largo de la mañana en calles y avenidas de los municipios de Guadalajara, Tlaquepaque, Tlajomulco, Zapopan y Tonalá.
A muchos el paro los tomó por sorpresa, como a María, quien esperó su camión por más de media hora en la parada, sin estar enterada de que el servicio estaba suspendido, “tengo 35 minutos, me dicen que no hay camiones, estoy esperando la ruta 622, ahorita me doy cuenta que no hay camiones, le pregunte a un taxi qué cuento me cobraba y me dijo que 15 pesos desde aquí de Washington a la Minerva, pero yo voy a terranova”, dijo la mujer.
El ver a la gente apilada en las esquinas de las principales avenidas de la ciudad, le despertó a Jesús Barajas, un automovilista, el sentimiento de ayuda: “yo vengo desde el centro, desde San Felipe de dejar a mi esposa, veo a mucha gente batallando por la falta de camiones, acabo de dejar a cuatro personas en Niños Héroes, yo voy a San Agustín y las personas que requieran un “aventón” con todo gusto”, contaba Jesús mientras hacía pausa a su apoyo.
Además de los particulares, vehículos de la Secretaría de Movilidad, empresas privadas y Protección Civil y Bomberos de diversos municipios, también apoyaban a brindar el servicio a los afectados, en solidaridad.
Pero mientras esto sucedía, el representante del Movimiento de Transportistas del Estado de Jalisco, Enrique Galván, acompañado por unos 200 choferes, entregaba en palacio de gobierno un pliego petitorio con las exigencias para terminar con el paro. Entre los puntos se menciona el incremento de la tarifa a 10 pesos.
“No estamos cerrados, no venimos en situaciones extremistas, venimos a demostrar que ya nos está llevando la chingada”, dijo Enrique Galván.
La situación subió de tono, al grado de que fue necesaria la intervención de los antimotines, porque los inconformes bloquearon el tránsito de vehículos en Ramón Corona y Juárez.
Una vez que la vialidad fue liberada, los policías escoltaron a los quejosos hasta el jardín de San Francisco, donde fueron retenidas cuatro personas por alterar el orden, mismas que fueron liberadas minutos más tarde.
El sol aún no se asomaba y la zona metropolitana ya estaba convertida en caos