Twitter, paraíso de periodistas cobardes
Se ha hablado muchísimo del anonimato que las redes sociales brindan a tantos que no dan la cara y una opinión bien formada; es completamente cierto en muchísimos casos. No importa si estamos hablando de política, deportes o espectáculos, el asunto ya es parte de la realidad de cualquier personaje en el ojo público.
Lo que quisiera que alguien me explicara es en qué momento las nuevas generaciones que publican dejaron de tener la valentía de ser críticos en sí y prefieren hacer un recuento, nada científico, de lo que se les apareció en su Twitter personal.
Lo vi con el estreno de producción de Hoy esta mañana. No vi el programa. Lo haré en cuanto pueda, porque ahí ahora trabajan muchas personas que tienen todo mi respeto, pero eso sí, varios medios se vieron en la necesidad de reportar lo que estaba apareciendo en sus redes sociales en lugar de hacer un análisis periodístico de lo que tenían frente a ellos en sus pantallas.
En lo personal tengo el privilegio de estar por cumplir una década compartiendo este espacio con Álvaro Cueva y lo he visto hasta colgarse de una lámpara por la cantidad de cosas que tiene que ver, porque nunca escribiría de algo que no haya visto. No digo que sea el único que lo hace, pero ahora lo que parece importar es cómo un medio tan manipulable reacciona ante algo. Y créanme, en la televisión siempre habrá quien opine. Y habrá quien contrate bots para tratar de tumbar a alguien. También hay clubes de fans sin nada que hacer más que organizarse para mandar, mandar y mandar un mismo mensaje. Pegarle a alguien, porque es percibido como competencia de su artista favorito (uno no puede hablar de Eiza sin que te escriban los Belifans, ni viceversa. A veces es mejor ni intentarlo solo para no saturar tu timeline de necedades).
Evidentemente todas esas cosas están pasando en el inicio de un nuevo programa que trae, de nuevo, muchos elementos que triunfaron en Tv Azteca. Empezando por su productora Magda Rodríguez y (para mi alegría) el regreso de Mauricio Mancera, una de las personas con mejor sentido del humor que me ha tocado ver en la televisión y en la vida en general.
Así que dejemos que las críticas lleven firmas, ¿no creen? Digo, al menos en los medios serios. O los que aún intentan serlo. La vida, la comercialización y los ratings se encargarán de todo lo demás. No la cantidad de mensajes en las redes sociales.
¿En serio?
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