El día en que se cayó la presa El Zapotillo
Con la edificación de una precaria cortina de cartón que simula el proyecto El Zapotillo, los activistas por Temacapulín, Acasico y Palmarejo, conmemoraron ayer, por catorce años al hilo, el Día Internacional de Acción contra las Presas y por los Ríos, el Agua y la Vida. Frente al teatro Degollado y los curiosos viandantes de la plaza de la Liberación, el simulado muro de piedra se derrumbó, como esperan lograr, pese a los intereses privados y de la Comisión Nacional del Agua, para salvar los pueblos de la inundación.
“En Jalisco, México, celebramos este día desde el año 2004, en oposición a la construcción de la Presa San Nicolás y la Presa de Arcediano – proyectos cancelados – y, actualmente, en rechazo a la Presa El Zapotillo - Acueducto Zapotillo-León”, señalaron, a propósito del performance.
“Nuestros ríos representan la sangre y las venas del planeta, reciclan nutrientes, purifican el agua, reabastecen los suelos, controlan inundaciones y son el hábitat del 40% de las especies de peces del mundo. En su trayectoria permiten -entre otros beneficios ambientales- la irrigación natural de valles e infiltración para alimentar acuíferos, fenómenos geohidrológicos del ciclo del agua que llegan a formar flujos de agua subterránea. En algunos casos afloran en manantiales y como fuentes naturales de agua son aprovechados para abastecimiento a poblaciones humanas. En este sentido logran construirse sistemas hidráulicos de captación, conducción y bombeo, como es el caso también de pozos y norias. Así también la formación de lagos y lagunas constituyen un prodigio de la naturaleza que como ecosistemas acuáticos nos ofrecen una riqueza incalculable de biodiversidad”, agregaron.
En Jalisco existen 30 ríos “contaminados o envenados (...) ocasionando una catástrofe ambiental, enfermedad y muerte en las personas”.
La gente ayer pudo ver cómo la presa El Zapotillo puede derrumbarse.
Imaginarlo es el primer paso, les dijeron a los escépticos.