El victimismo de AMLO
Un país como México es grande no solo por su extensión territorial, sino por su mezcla de culturas, diversidad ecológica, litorales, sabores, su gente. México tiene una Constitución que nos garantiza la igualdad de Derechos y Obligaciones. En la Constitución no existen los ciudadanos de primera y los de segunda. Esta barrera psicológica, existe solo en la mente de las personas que así lo ven o así lo sienten. El victimismo debe quedar en el pasado. Sin embargo, sigue vivo porque a los políticos, no les conviene cambiar la mentalidad del mexicano de victima a triunfador. Es muy útil para los políticos mediocres el enfrentarnos unos a otros, en fomentar la “lucha de clases”, en venderle a los niños la idea de que son víctimas de la historia, cuando la historia la hacen ellos. No son culpables del pasado, son ellos el futuro. Deben los niños y jóvenes pensar que sí se puede, que son tan buenos como cualquiera, que no les pongan unos fracasados fronteras a su futuro. Estudien, hagan deporte, aleje de su vida las adicciones, piensen en grande. AMLO necesita venderles la idea que son víctimas, para ser el su salvador. Eso es completamente falso. Él no les va a ayudar a resolver un problema de álgebra, tampoco les hará su tarea, esa, es su responsabilidad, con esos pequeños pasos, van forjando su vida y su futuro. AMLO les dice: “Se atenderá a todos, pero se dará preferencia a los pobres. Se empezará a pagar la deuda histórica que se tiene con las comunidades y pueblos indígenas”. Basta ya. Juárez llego a presidente porque creyó en sí mismo, porque estudió, porque no escuchó a tipos como AMLO que era un indígena y que su condición debía de ser de víctima. Él se dedicó a lo suyo y no escuchó esas voces perdedoras. ¿Qué deuda histórica con su pueblo indígena pagó Juárez? ¿Juárez nació rico o pobre? Juárez era pastor de niño, era pobre y era indígena. Sin embargo, no le importó. Que ningún patán les venda la idea nunca de que no lo van a lograr porque no son rubios, ni ricos, ni altos. Ustedes demuestren a esos políticos que los quieren hacer sentir como víctimas que no lo son. Federico González Alfaro