Un lienzo pintado por el maestro sevillano Bartolomé Esteban Murillo
En la sacristía de la iglesia catedral de Guadalajara, permanece una espectacular obra pictórica atribuida al insigne artista sevillano, Bartolomé Esteban Murillo, la obra que retrata fielmente el estilo del maestro, quien influyó notable y definitivamente en artistas de su época, como lo es el caso de los maestros Ibarra y Cabrera creando toda una escuela.
A esa causa, se atribuye, cierta desconfianza, a propósito de la autoría de Murillo, aunque la temática persiste fiel a esa inspiración y las características estilísticas tan proclives a la exaltación de lo divino, por otra parte; no descartan esa posibilidad.
Hacia el año de 1809, se acordó según consta en actas capitulares, dar un donativo en metálico, de una pila de plata de la sacristía y la lámpara mayor, al rey Fernando VII quien enfrentaba la lucha en contra de la invasión napoleónica francesa. Aunque hay quien afirma, acertadamente, que no fue Fernando VII, sino Carlos IV su padre, quien había abdicado, y en gratitud, envió la obra de ** La Asunción.
Si hemos de tomar en cuenta, la gratitud y el respeto mostrado por el soberano Carlos IV, como correspondencia a los apoyos recibidos por parte de la curia neogallega, para hacer frente a la guerra librada; primero contra Inglaterra y posteriormente contra Napoleón, no es casual que el rey supusiera halagar, con una muestra de extraordinario buen gusto, acorde a la investidura de su majestad.
Por otra parte, no nos debe de resultar extraño, el hecho de que una obra de tal magnitud viajase, si tomamos en consideración, y tan sólo por hacer referencia a otro embarque de tal naturaleza, señalaremos el traslado de un retablo completo, en talla de madera atribuida a otro andaluz Jerónimo Balsbás vecino de Cádiz quien lo levantó en el sagrario de la Catedral sevillana, antes de trasladarlo a Nueva España y terminarse el año de 1709.*
Agustín F. Villa ** Breves apuntes sobre la escuela de pintura en México, UNED, Guadalajara, México: 1990. [Faccimilar del publicado en León. Imprenta de P. Gómez e hijos, 1884].Relata P. 54. “La Asunción original de Murillo, del mismo tamaño que la que el Gobierno francés adquirió mediante 120,000 francos. En mi humilde juicio superior a esta, si hemos de dar crédito a las fotografías que circulan como tomadas inmediatamente del original; pues la composición es de mejor gusto en sus grupos de ángeles, la Virgen más ligera, vaporosa y de tipo mucho más hermoso.”
En la época de la Revolución mexicana, ante la amenaza real del arribo de las tropas carrancistas, a Guadalajara, fue encargada una réplica al pintor José Reyes Durán la que como ya se preveía, fue robada. Es decir “carranceada”. *Fernández, Justino, “El Retablo de los Reyes”, Estética del arte mexicano, UNAM:1979 P.P. 342.