La suerte está echada
El plazo lo puso el mismo gobernador. Si en quince días la Fiscalía General del Estado de Jalisco no resuelve la desaparición de Javier Salomón, Marcos y Jesús Daniel, estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV), “habrá una sacudida que incluye la remoción del fiscal general”.
Raúl Sánchez Jiménez es un servidor público de más de 32 años en diferentes áreas de la impartición de justicia, que fue nombrado fiscal general por el gobernador el 14 de noviembre de 2017, hace apenas cuatro meses, para sustituir a Eduardo Almaguer Ramírez, quien renunció para contender a la presidencia municipal de Guadalajara por el PRI.
En estas 19 semanas de trabajo los avances en el combate de la inseguridad no se palpan, no se perciben y los datos oficiales muestran todo lo contrario.
Más allá de los sucesos de alto impacto que hemos tenido desde principios del año, y la advertencia del ejecutivo de que “vendrían días difíciles”, por la guerra entre los criminales, los índices reportados por el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional son contundentes y ni cómo defenderse.
Solo en los dos primeros meses de este año los homicidios dolosos aumentaron un 26 por ciento; comparando los 195 asesinatos de enero y febrero de 2017, contra los 247 de los mismos meses de 2018.
En robo a vehículos, el crecimiento de año a año es del 17 por ciento, dos mil 160 autos robados en enero y febrero de 2017 contra dos mil 537 los mimos meses de 2018.
En robo a casa habitación, incrementó cinco por ciento de un año a otro, en asalto a negocios el incremento fue hasta del 45 por ciento.
Es claro el fracaso del programa de seguridad de los municipios y de la Fiscalía General, quienes comparten la responsabilidad.
Las estrategias que se han implementado no están dando resultados. Se han reunido en seis ocasiones los mandos, alcaldes de la ZMG y responsables de seguridad en el estado, sin que hasta el momento se perciba una mejora en la seguridad.
Ojala y fuera suficiente una sacudida o la remoción del fiscal para mejorar la seguridad en Jalisco, lamentablemente, no lo es.