Guía para ser cínicamente opaco, V
Para ser transparente hay que dejarse ver, mostrarse. No es ser invisible, menos aún ocultar, sacarle la vuela. Pero si se quiere “mostrarse transparente” sin serlo, atienda estas recomendaciones que le podrán ayudar en las “evaluaciones-rankeos de transparencia” bajo el siguiente principio: aparente, aunque no lo sea.
Diseñe un sitio de internet “bonito”, atractivo, siguiendo sólo principios de diseño gráfico para publicar ahí la información fundamental que establece la Ley de Transparencia. Si para el diseño y arquitectura de ese sitio parte de los principios de usabilidad, interoperabilidad, funcionabilidad, compatibilidad, ya se amoló, pues tendrá que pensar a la inversa de un opaco y que las áreas proveedoras de información fundamental entren en esa ruta. Claro, con la consabida resistencia. Será el malo, la mala, dentro del sujeto obligado.
Cíñase a la letra de la ley en obligaciones de transparencia para lo que va a publicar. No piense por otros. Se trata de cumplir con lo que “marca” la ley, así que despliegue los artículos con sus fracciones e incisos textualmente, sin “traducción” clara o lenguaje claro para quien desconoce la administración pública o la propia ley. Esto último no es su problema, menos su necesidad; es de quien busca o necesita información. No vaya a cometer la osadía de “traducir” lo que dice la ley o poner notas explicativas, didácticas, para indicarle al que navega en su sitio con textos como: “Aquí podrás consultar, obtener, conocer… esto o aquello”.
Suba el mayor número de archivos que pueda. Entre más suba, tendrá elementos para decir que trabaja mucho y, sobre todo, que es más transparente que otros, pues pone “más información” a disposición. Para lograr esto, fracciones o divida el contenido de un archivo en varios (o sea, desvincule la información desde el archivo “madre” en varios), de tal forma que quien consulte, tenga que “descargar” todos y vincularlos uno por uno. ¡Evite archivos concentradores!
Procure, en principio, que los archivos estén en PDF, no editable, de preferencia en imagen; pero como la Ley le obliga a poner sus archivos en “formatos abiertos”, aplique lo señalado anteriormente: archivos fraccionados, desvinculados. Si le preguntan o le reclaman por qué lo hace así, responda: somos tan transparentes que ponemos a disposición pública la información lo más desagregada posible; ya ven, la transparencia parte de “datos”, estamos en la era del “big data”, que nos posibilita construir un “Gobierno Abierto”.
Pero aquí no termina todo…, hay más recomendaciones que plantearemos en la próxima entrega.