Hecho cenizas, 16% del valor de Philip Morris
Acción sufre su peor desempeño desde 2008
Las acciones de Philip Morris recibieron una paliza el jueves después de que la compañía detrás de los cigarros Marlboro reportó ingresos decepcionantes, ya que el crecimiento en sus dispositivos para calentar tabaco se redujo y la demanda de cigarrillos sigue a la baja.
Las acciones de la compañía cayeron hasta 16.3 por ciento, para llegar a 84.86 dólares, y se encaminaron a su peor desempeño de un solo día desde 2008. La caída eliminó cerca de 26 mil millones de dólares de la valoración de mercado de la empresa.
Los inversionistas mostraron su disgusto con las acciones, a pesar de un impulso en las pautas después de que Philip Morris dijo que las ventas de unidades para calentar tabaco, que es en lo que la compañía apuesta para el crecimiento, aumentaron más del doble en comparación con el año pasado, pero cayeron respecto al trimestre de diciembre, mientras que las ventas de cigarrillos cayeron 5.3 por ciento en el primer trimestre en comparación con el año anterior. En combinación, las ventas de cigarrillos y de sus unidades para calentar tabaco cayeron 2.3 por ciento año con año.
“El caso de inversión gira en torno a los Iqos (el dispositivo para calentar tabaco), y recientemente Cagny (21 de febrero), la dirección parecía extremadamente optimista”, dijeron los analistas “Ahora escuchamos que el crecimiento de la demanda se desacelera en Japón, y la participación de mercado del primer trimestre en Japón (15.8 por ciento) y Corea (7.3 por ciento) fue menor que en enero (16 por ciento y 7.6 por ciento). Para nosotros esto es mucho más importante que el recorte en la pauta de las tasas de interés”.
En un momento en que los consumidores conscientes de la salud abandonan los cigarrillos
de cigarrillos; se quedan cortos los calentadores de tabaco de la firma
tradicionales, las grandes tabacaleras recurren a los cigarrillos electrónicos y al vapeo en busca del crecimiento. Philip Morris promocionó sus dispositivos llamados Iqos con el argumento de que calientan el tabaco en lugar de quemarlo, lo que reduce los niveles de químicos dañinos y al mismo tiempo mantiene un vapor lleno de sabor que contiene nicotina.