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Volver a lo natural: el regreso de las matronas
Los avances en medicina se han encargado de ofrecer alternativas cada vez más sofisticadas a las cuales acceder durante el embarazo, hace años parecía imposible un ultrasonido en 4D que permitiera ver los movimientos del bebé en el vientre, sin embargo, el paso del tiempo no se ha llevado una de las prácticas más antiguas, el parto asistido, el cual comienza a retomar fuerza en la actualidad.
Algunos creen que es melancolía, otros que se trata de procurar un lazo especial entre el bebé y la madre; también hay quienes sostienen que se trata de un proceso mucho más armonioso y menos violento de lo que puede ser la cesárea o el parto en un hospital.
Cualquiera que sea la razón, lo que es un hecho es que el parto tradicional asistido se ha convertido en una alternativa cada vez más recurrente por mujeres que temen a una mala experiencia en algún nosocomio o que simplemente buscan métodos tradicionales que les permitan mayor comodidad y cercanía con su bebé durante el periodo de gestación.
En Jalisco existen aún muchas personas que se dedican a esta práctica. Las llamadas parteras o matronas, que en gran mayoría han adquirido el conocimiento de manera empírica, que han heredado técnicas y “remedios” de generación y que juegan un papel trascendental en las comunidades rurales en donde el acceso a los servicios de salud es limitado o nulo.
Pero además de todas estas mujeres que desde niñas han visto a sus madres y abuelas auxiliar a otras mujeres en el parto, existen
Existen parteras empíricas, y las profesionales que se preparan en la Escuela de Parteras en San Miguel de Allende, en Jalisco hay dos
también las que cuentan con el título de parteras profesionales, una carrera técnica de tres años de estudio y un año de servicio social que se especializa en todo el proceso del embarazo.
En la entidad, solo existen dos mujeres reconocidas como parteras profesionales tras concluir sus estudios la Escuela de Parteras Profesionales de San Miguel de Allende, institución avalada por la Secretaría Educación Jalisco y la Secretaría de Salud, que les brinda a quienes realizan estos estudios, los conocimientos necesarios para desarrollarse en todo lo relacionado al proceso del parto, al posparto, incluso al tiempo previo al embarazo. [Un parto asistido tiene un costo promedio de 19 mil pesos que cubre los honorarios de dos parteras y acompañamiento previo y posterior a éste
“Existe un estudio donde compararon la forma de atención y la práctica de parteras profesionales, médicos generales y enfermeras obstetras. Ahí salió que quienes estábamos más capacitadas para atender embarazos, partos y postpartos éramos precisamente las parteras profesionales, porque los tres años de estudio estamos enfocadas directamente en el tema”, señaló María Cortés.
De esta manera, la labor de una partera puede ser aprovechada por mujeres que han planeado su embarazo o “las que no lo planearon tanto”, dice la partera que ríe al platicar, y convierte esa frase dura para el padre de una adolescente “que salió con su domingo siete”, en una frase mucho más amable, suave, menos tosca, lo que demuestra parte de esa labor que como partera puede lograr en sus pacientes, pues el objetivo primordial es que la experiencia del embarazo sea tan maravillosa como la vida misma.
Y es que al ofrecer un trato mucho más directo y personalizado, las parteras no solo se enfocan en el aspecto clínico, sino que también abordan de manera profunda el aspecto emocional, el cual puede jugar un papel trascendental durante la gestación.
Incluso, las parteras pueden intervenir de manera previa al embarazo, principalmente con aquellas parejas que han presentado dificultades para lograr la fecundación, “a veces hay bloqueos, miedos, preocupaciones, hay mitos relacionados con el parto, incluso la relación de pareja, todo esto puede influir en lograr el embarazo”, señaló María, quien en promedio atiende cuatro partos al mes.
El parto tradicional se puede tener ya sea en casa o un sitio especializado, pues procura como principal elemento la comodidad de la que se convertirá en madre y se trata de una práctica que cada vez va tomando mayor aceptación en México y a pesar de que se trata de una praxis ancestral, permanece vigente se abre camino entre los avances de la medicina y la tecnología.