Dan emotiva despedida a Fela sobre el escenario
Amigos y familiares de la productora rindieron tributo a su memoria en el teatro Manolo Fábregas, donde compartieron anécdotas
En las calles Virginia Fábregas y Joaquín Velázquez de León la atención se centró, en los aplausos y las porras que se escucharon, primero en el Teatro San Rafael y luego en el Centro Teatral Manolo Fábregas, en honor a Fela Fábregas, quien “visitó” por última vez los dos foros que construyó al lado de su esposo, cariñosamente apodado El Señor Teatro.
El último punto de este recorrido fue el teatro Manolo Fábregas; una fotografía más joven de Rafaela Salinas García se aprecia al centro del escenario, adornado con cinco coronas colgantes y seis arreglos de flores diversas a ras del suelo. Entre cuatro sirios se colocó un discreto ataúd, mientras la ovación iba in crescendo.
Las lágrimas inundaron los ojos de sus hijos, nietos y bisnietos, que paradójicamente tenían serenidad porque, como lo explicó Virginia Sánchez-Navarro Salinas, no quedaron asignaturas pendientes con la matriarca de los Fábregas, quien incluso gozó durante sus últimos momentos, el 10 de mayo, de una celebración ecuménica que su hija, al lado de un sacerdote, le hizo. “Le recordé a mi madre las palabras que me había dicho, con las que me di cuenta que ya había visto la luz. Voy a compartirlas, son íntimas, pero tan nobles y hermosas. “En febrero sentí que se iba, lo hablamos, del cierre de ciclos y me dijo: ‘Así es la vida de las grandes mujeres, estoy lista para dar el brinco al gran amor’; ya sabía que se reuniría con la divinidad”, aseguró Virginia.
Martha, la hija más pequeña, puso en palabras el sentir generalizado: “Ella quería despedirse como las grandes; me emociona saber que mi mamá ya está con mi papá, estoy segura de que el cielo está de fiesta”, expresó.
Así lo consideró también el sacerdote José de Jesús Aguilar Valdés, quien durante la misa de cuerpo presente aseguró: “Hay una butaca de oro allá arriba para ella”.
Chantal Andere, Edith González, Jorge Ortiz de Pinedo y María Victoria coincidieron en lo fuerte del carácter de Fela, su perfeccionismo, sus regaños que, si al principio los hicieron sentir incómodos, con el paso del tiempo se tradujeron en enseñanzas de la disciplina que los ayudó a “amar” el teatro.
Maestros y alumnos del Centro Cultural Virginia Fábregas celebraron la oportunidad que la ahora llamada Señora Teatro les dio para desarrollarse artísticamente y mostraron su gratitud por esos ya épicos llamados de atención.
Antes de finalizar, un coro interpretó el tema “Un nuevo sitio disponed”, que formó parte de la obra musical El diluvio que viene, y un fundador se despidió con la atinada frase teatral: “¡Buenas noches mamá!”.