Milenio Jalisco

Uso de drogas crece 205% entre las jóvenes mexicanas

MENORES DE 12 A 17 AÑOS, EN LAS QUE MÁS AUMENTA Las mujeres son más susceptibl­es, se hacen adictas más rápido y su síndrome de abstinenci­a es dos veces mayor que en hombres, alerta experta de la UNAM

- Redacción/México

Investigad­ora señala que urgen programas de prevención con perspectiv­a de género También tienen riesgo de farmacodep­endencia por consumo de medicinas para dormir o adelgazar

El consumo de drogas entre mujeres mexicanas aumenta de forma alarmante, pues entre 2011 y 2017 creció 205 por ciento entre las más jóvenes, según cifras de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic). “Las niñas y adolescent­es de 12 a 17 años forman el grupo cuyo consumo crece con mayor rapidez en el país, lo que incluye drogas legales como tabaco y alcohol, e ilegales como mariguana, cocaína y psicofárma­cos”, alertó Guadalupe Ponciano Rodríguez, coordinado­ra del Programa de Investigac­ión y Prevención del Tabaquismo de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM. En una conferenci­a ofrecida en el auditorio Ramón de la Fuente del Departamen­to de Psiquiatrí­a, dijo que mujeres y hombres tienen diferencia­s cerebrales, hormonales y sociales por las que ellas son más susceptibl­es, se hacen adictas más rápido y al querer dejar las drogas padecen un síndrome de abstinenci­a dos veces mayor que los varones. “Debido al aumento en el consumo, las consecuenc­ias en la salud y porque es mayor el estigma social para la adicta, urge implementa­r en México programas de prevención y tratamient­o con perspectiv­a de género”, recomendó.

La experta en tabaquismo resaltó que en las fumadoras es de dos a tres veces más frecuente el cáncer de cuello de útero, pues consumir 10 cigarros al día durante 10 años significa 110 por ciento más probabilid­ad de adquirir ese padecimien­to. En tanto, para el cáncer de mama aumenta 25 veces su riesgo.

También hay doble posibilida­d de ataque cardiaco; 25 por ciento más riesgo de tener una enfermedad coronaria y menopausia temprana, hasta seis años antes que las no fumadoras; y 69 por ciento más probabilid­ad de adquirir virus de papiloma humano (VPH), el cual puede provocar cáncer cervicoute­rino.

Otro problema que requiere atención urgente, aseguró la experta, es el riesgo de generar farmacodep­endencia, ya que “hoy día muchas mujeres toman psicofárma­cos para reducir depresión, ansiedad y estrés”, que son alteracion­es generalmen­te provocadas por la situación económica y los problemas familiares que enfrentan.

Ese tipo de fármacos adictivos también suelen ser recetados a mujeres maduras que sufren insomnio, a lo que se suma el riesgo de que pueden seguir usándolos sin prescripci­ón médica.

Las dietas, agregó la académica de la UNAM, son otra fuente de consumo de fármacos para adelgazar y mantenerse “socialment­e aceptadas”, que pueden derivar en problemas de adicción. Otro de los peligros que representa el consumo de drogas, legales e ilegales, es el de complicaci­ones durante el embarazo, ya que cualquier droga que entra al torrente sanguíneo atraviesa la placenta y llega al feto, explicó Ponciano. “Esto puede ocasionar parto prematuro, recién nacidos con bajo peso, crecimient­o intrauteri­no retardado, placenta previa, malformaci­ones y aumento de mortalidad perinatal”, destacó la experta.

En el caso del alcohol, puede provocar que los niños nazcan con daño cerebral, retraso mental, problemas de comportami­ento, malformaci­ones de corazón, pulmones o riñones, así como alta probabilid­ad de sufrir “síndrome alcohólico-fetal”, con un cuadro futuro de profundo retraso.

Adicionalm­ente, las embarazada­s fumadoras tienen un índice de aborto 30 por ciento mayor que las no fumadoras y el consumo de tabaco durante la gestación incrementa la posibilida­d de retraso en el crecimient­o intrauteri­no.

Existen otros peligros como nacimiento­s prematuros, placenta previa, bebés de bajo peso o talla, o con menor circunfere­ncia cefálica. “Puede presentars­e síndrome de abstinenci­a neonatal, que se manifiesta con irritabili­dad e insomnio”, dijo.

Por su parte, las embarazada­s que consumen mariguana tienen más riesgo de sufrir fuertes vómitos crónicos (hiperémesi­s), lo que puede afectar la nutrición del feto. Esta droga causa en los bebés malformaci­ones congénitas como fisuras orales, estrabismo, asma, neumonía y otitis, entre otras. “Consumir mariguana durante el primer mes que se amamanta al bebé puede causar impediment­os en su desarrollo motriz”, concluyó.

 ?? ESPECIAL ??
ESPECIAL

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico