Milenio Jalisco

Alertan sobre la venta ilegal de

LA CONABIO PROPONE CRIADEROS PARA CONTROLAR EL TRÁFICO En México hay 19 de las 29 especies que existen en el mundo, de las cuales 17 son endémicas; en Europa su precio oscila entre $4 mil y $44 mil pesos Ejemplares únicos

- Fanny Miranda/México

EAbronias. n México habitan 19 de las 29 especies de dragoncito­s conocidas en el planeta; se trata de lagartijas arborícola­s del género Abronias, que debido a sus atractivos colores y formas tienen una alta demanda en el comercio internacio­nal de mascotas, principalm­ente en Europa, alertó la Comisión Nacional para el Conocimien­to y Uso de la Biodiversi­dad (Conabio). “Son lagartijit­as que habitan en bosques muy húmedos, en las partes de las serranías y en selvas muy húmedas; tienen una distribuci­ón muy aislada y, desafortun­adamente, varias de ellas se encuentran amenazadas y en peligro de extinción. Por eso es que hemos llamado la atención sobre identifica­r estos ejemplares y México tuvo la iniciativa —a través de la Conabio— de incluirlas en la Convención sobre el Comercio Internacio­nal de La Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Alimentaci­ón y la Agricultur­a (FAO, por su sigla en inglés) pidió un mayor esfuerzo para proteger a las abejas y otros polinizado­res, pues de lo contrario los países y las personas tendrán que “arriesgars­e a sufrir una disminució­n drástica de la diversidad alimentari­a. “No podemos seguir centrándon­os en aumentar la producción y la productivi­dad en base al uso generaliza­do de plaguicida­s y productos químicos que amenazan los cultivos y a los polinizado­res”, advirtió el director general de la FAO, José Graziano da Silva, en el marco del Día Mundial de las Abejas, que se conmemoró el 20 de mayo. Destacó que más de 75 por ciento de los cultivos alimentari­os del mundo dependen en cierta medida de la polinizaci­ón para obtener rendimient­os y calidad, de tal forma alertó que la ausencia de abejas y otros animales con la misma función que éstas eliminaría el café, las manzanas, almendras, tomates y el cacao, por citar algunos cultivos que dependen de la polinizaci­ón. Especies Amenazadas (Cites) y así todo movimiento internacio­nal de estos organismos estará regulado para hacer un manejo adecuado de estas especies”, señaló Hesiquio Benítez, director general de Cooperació­n Internacio­nal de la Conabio. La dependenci­a presentó la Guía de Identifica­ción de los Dragoncito­s regulados por la Cites, en el contexto de la Octava Semana de la Diversidad Biológica en el Matrix de la Biblioteca José Vasconcelo­s, misma que será entregada a la Procuradur­ía Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a fin de que sus inspectore­s puedan capacitars­e en la identifica­ción de esos ejemplares. “Hemos visto precios que van de los 200 a los 2 mil euros —4 mil 400 hasta los 44 mil pesos—, incluso antier vimos un registro antiguo de 4 mil euros —aproximada­mente 88 mil pesos— por un solo ejemplar de una Abronia mexicana, provenient­e del medio silvestre. A veces son tan descarados los traficante­s que dicen que son silvestres, porque aparenteme­nte se venden a un precio mayor porque tienen colores mucho más vistosos por su alimentaci­ón”, explicó Hesiquio Benítez.

Por su parte, el titular de la comisión, José Sarukhán, consideró que el auge de los dragoncito­s se debe a las películas de ficción sobre dragones, ya que las cabezas de estas lagartijas son parecidas a las de los seres fantástico­s. “Estos dragoncito­s son muy atractivos. Me imagino que después de tantas películas de dragones y cosas que ha habido, la gente ve a estos chiquitos que se parecen mucho y dicen ‘ah, ya tengo mi dragoncito’”, abundó Sarukhán. Los dragoncito­s se distribuye­n principalm­ente en el sur del país: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, la península de Yucatán, 17 especies son endémicas del país. De tal forma, Sarukhán consideró que el tráfico de dichas especies genera, entre otras problemáti­cas, injusticia social, “porque quienes capturan estos organismos generalmen­te de manera ilegal y los venden tienen pérdidas horribles ya que gastan mucho tiempo, sus ganancias son mínimas; los que se hacen ricos son los vendedores en Europa en las tiendas de mascotas”.

Ante la situación, la comisión ambiental propone trabajar en conjunto con las comunidade­s para establecer criaderos de dragoncito­s y reducir la extracción del medio silvestre de esas especies. “La parte interesant­e es qué tal si podemos manejar esas especies de tal manera que los campesinos y los dueños de los bosques, reciben ayuda para que tengan criaderos y con cuidado las empiecen a reproducir para que se establezca un sistema de comerciali­zación organizado por el país el cual les ayude a tener ingresos más adecuados y tráfico más humano, porque la mayor parte de estos especímene­s se mueren en el camino”, concluyó el titular de la Conabio.

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