Pita Amor, una musa por redescubrir
El Fondo de Cultura Económica publicará su novela Yo soy mi casa, casi autobiográfica
El primer encuentro fue en un hotel de la calle General Prim, en el restaurante, allá por 1990. Allí la esperaba el joven investigador Michael K. Schuessler, aún con una imagen bastante distinta: pensaba en la poeta que había viajado a España y se le había tratado como una verdadera celebridad. “Y se me acerca una figura realmente alarmante, llena de joyas, encorvada, con un bastón y unos lentes de fondo de botella que ampliaban sus ojos, con una flor marchita pegada a su cabeza y yo no tenía esa imagen de Pita, pero cuando nos sentamos aquello fue un gran deleite, porque durante una hora y media se dedicó a decirme poema tras poema, en una especie de recital improvisado”.
Tenía 23 años Schuessler, hoy doctor en Lenguas y Literaturas Hispánicas, egresado de la Universidad de California, Los Ángeles, y todavía recuerda que para aquel primer encuentro con Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein “era joven e inocente”. “Sabía poco de la Pita que andaba por las calles de la Zona Rosa gritando cosas terriblemente clasistas y, a veces, racistas, pegando de bastonazos a la gente. Yo había estudiado su poesía y había conocido a un señor en Guadalajara que la conoció, pero cuando era joven y muy famosa, en los años 50”.
Pese al impacto de aquel encuentro, o quizá precisamente por ello, a partir de ese momento dedicó buena parte de su tiempo a recuperar la vida y la obra de una escritora a la que considera la undécima musa —la décima musa es Sor Juana Inés de la Cruz—, convencido de que en la poesía de Pita Amor había una absoluta entrega al arte. “Se me hizo la encarnación de la vida que imita al arte, del arte que imita a la vida, y me asombró estar frente a una genio de la poesía. Su memoria impresionante, inacabable, que sabía mucho de los poemas de García Lorca, de Villaurrutia, de Sor Juana, de ella misma: fue como un caudal totalmente inesperado. “Pienso que Guadalupe Amor ha sido la poeta mexicana más famosa desde Sor Juana Inés de la Cruz; Guadalupe y su obra lírica clausuran un gran periodo en la poesía en lengua castellana, que empezó a finales del siglo XV, con los versos de Garcilaso de la Vega, y tuvo su primera clausura con Sor Juana”, asegura Schuessler, quien en 1995 publicara La undécima musa. Guadalupe Amor, recuperada en una edición conmemorativa por el centenario del nacimiento de la poeta por el sello Aguilar.M