El PES vs Estado laico
L a alianza del Partido Encuentro Social (PES) con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) o viceversa, tiene por objetivo la redefinición de la laicidad como principio rector de las relaciones entre el Estado y las Iglesias en nuestro país. Apunta, por lo tanto, a reformar la legislación en esta materia, poniendo en peligro la sana convivencia de todos los mexicanos. En un encuentro realizado en Puebla el día de ayer, los predicadores del PES que participaron en el foro, aseguraron que “… hay que reformar y renovar la relación del Estado con las iglesias, hace más de 26 años fue la última reforma, estamos en una situación de exclusión, las iglesias en México, los ministros estamos excluidos, fuera de la ecuación, estamos desintegrados en los procesos democráticos que deben ser exclusivos, somos un capital muy poderoso para la transformación social pero estamos silenciados, arrinconados, segregados y fuera de la ecuación de todo gobierno”.
La declaración hecha por Julio César Meléndez expresa claramente las intenciones y la línea de acción que los diputados y senadores de PES-MORENA tendrán como misión: la reforma constitucional en materia de relaciones Estado-iglesias. Evidentemente, en tal reforma lo que se pretende es impregnar de sus convicciones religiosas todo texto constitucional o ley secundaria, así como eliminar la restricción que tiene los ministros de culto a ser votados. De hecho, el director de capacitación y formación del PES, Aarón Lara, “… calificó de injusto que para poder ser candidato a un cargo de elección popular los dirigentes religiosos tengan al menos cinco años retirados del cargo, mientras que los funcionarios públicos, tres”.
Para quienes creemos que el ESTADO LAICO (con mayúsculas) es la única forma de garantizar los derechos de todos -incluidos los derechos de las minorías-, tales declaraciones nos advierten del inminente peligro que se cierne sobre una de las características de la República. Y por supuesto que tal peligro es real en la medida en que todo parece indicar que AMLO ganará la elección presidencial el próximo 1 de julio.
Además de lo anterior, cada declaración de este tipo, cada acción que se hace saber, cada estrategia que se revela, una a una van sumando a nuestro favor lo que desde hace algunos meses hemos sostenido: que hay una embestida contra el estado laico. La “constitución moral” y el llamado al diálogo y el ecumenismo religioso por parte de AMLO, fueron sólo la punta de lanza que abriría camino para que ahora el PES nos diga sus auténticas intenciones. El escenario no puede ser más dramático y peligroso porque, además de la presidencia, MORENA y el PES podrían tener la primeria minoría en el Congreso de la Unión, y casi el 40% de los escaños en el Senado.
El próximo 1 de julio el país elegirá, entre otras cosas, reformar las relaciones Estadoiglesias con las exigencias que han señalado los dirigentes de MORENA y el PES. Lo hará en la medida que emita un voto por AMLO para la presidencia pero, sobre todo, por cualquiera de los diputados y senadores de MORENA y su aliado, el Partido Encuentro Social.