Presenta plan cultural
Pablo Lemus anunció las iniciativas de este rubro a las que dará continuidad si gana
Pablo Lemus, ex alcalde de Zapopan, candidato actual a la alcaldía de dicho municipio por Movimiento Ciudadano anunció ayer el plan que implementaría en el sector cultural si gana de nuevo.
Rememoró que para su equipo on la exposición de trabajo la Cultura siempre se ha planteado como uno de los cinco pilares más importantes en la lucha contra la desigualdad, además de la educación, el deporte, el empleo y la salud.
“Estamos apostando porque podamos crecer la oferta cultural en el municipio. En la administración del PRI participaron 1 millón de personas durante tres años en actividades culturales en la nuestra que está por concluir 3 millones. Aumentamos nuestro presupuesto desde el primer año en 730 por ciento en el ámbito cultural y si gano trataremos de crecerlo más”.
De resultar electo, Lemus promovería la realización de “un complejo similar al Centro Cultural Constitución (CCC) en la zona Sur de Zapopan, entre la colonia Cajetes, Palmira y Agua Blanca donde se compartan servicios culturales con los municipios contiguos de Tlajomulco y Tlaquepaque”. Habría también una renovación de todos los centros culturales como el de Las águilas y Tabachines, además de que continuaría con el programa de escultura urbana “que no ha costado un peso al ayuntamiento y así como apostamos a crear una orquesta sinfónica infantil apostaremos por tener dos orquestas similares más”.
Dijo que tratará de crecer los centros Colmena, un modelo traído de Colombia con el cual comenzaron a “reconstruir el tejido social en colonias como Miramar que actualmente da atención a mil personas”. Los nuevos estarían en San Juan de Ocotán y Tesistán.
Lemus aseguró que actualmente en en el CCC se atienden a más de 10 mil personas mensuales en actividades culturales. ivimos en una era del victimismo” afirma el cineasta Terry Gilliam, con mucha razón y valentía. Dice que pareciera que la vida tiene que ser maravillosa y fácil y que no es así, que la vida siempre ha sido dura para todos y que somos responsables de nuestra circunstancia. Es verdad que a veces hay hechos terribles que no provocamos, eso es diferente a la industria de la victimización que estamos padeciendo. El abuso de la corrección política y su chantaje social, la idea de que hasta las peticiones más individuales y caprichosas deben ser satisfechas por el Estado y la sociedad a los que han convertido en una especie de padres absolutos, ha generado una forma de vida para miles de asociaciones y ONG’S que explotan la lástima y exigen que les solucionen la existencia. La censura es la imposición más solicitada, lo que se exhiba en los museos, en las películas, en los libros, en general todas las expresiones artísticas y culturales, todo debe pasar por un filtro que no disguste a nadie, y que además envíe mensajes para alguna causa oenegera. La lista de lo que no se debe decir o mostrar crece cada día, los asuntos de género acabaron con el erotismo; los psicólogos con la literatura infantil; los sociólogos con los libros de Historia; la bioética persigue a la ciencia, cada parte del conocimiento y la creación tiene un policía inquisidor que le señala lo que no debe hacer. Están inventando un mundo irreal, negando lo que en verdad somos y necesitamos, cayendo en contradicciones flagrantes, generando más odio del que pretenden evitar. La convivencia se ha convertido es una lucha, cualquier detalle es susceptible de demandas, con esta particularización de las peticiones, hasta el racismo tiene derecho a existir porque “defienden su libertad de expresión” y el odio entre sexos nunca había sido tan violento. El gran negocio es que con cualquier petición nace una nueva ONG que pide dinero, y luego hay que sostenerlos porque son parte del “pluralismo” o de lo que ellos decidan, haciendo de sus necesidades y ocurrencias la forma de explotar un gobierno proteccionista temeroso de un golpe de estado de twitters. Terry Gilliam se puso en contra del movimiento de Metoo, dice que muchas mujeres denunciantes se beneficiaron y utilizaron el abuso en Hollywood, es verdad, y lo podemos comprobar comparando el poco talento y enorme fama de muchas actrices y actores. El peligro es la paranoia y el oportunismo, se está creando con miedo porque ya es un sistema revisar todo desde el punto de vista puritano de coacción, que retiren una pintura de hace 100 años porque las feministas de hoy no les gusta, que la literatura infantil y juvenil sea una terapia proselitista, que hasta las obras de teatro y las óperas sean mutiladas es un retroceso en la generación de conocimiento. Los grupos que se dedican a esto lo que más promueven es su beneficio, ya aprendieron que entre más acusen más ganan y que cada demanda les da dinero y poder. Es el vicio de nuestra anhelada sociedad utopista, una tiranía oportunista.