Canadá, Estados Unidos y México: sin TLC pero con Mundial
Hace dos días, sin sorpresa alguna, el congreso de la Fédération Internationale de Football Association (FIFA, como la conocemos todos) eligió a Canadá, Estados Unidos y México como anfitriones de la Copa del Mundo de 2026. El único rival de esta propuesta era Marruecos, país que obtuvo calificaciones muy bajas en casi todos los rubros considerados para ser anfitrión del evento deportivo más popular del mundo.
Con esto, México se convertirá en el único país en organizar tres mundiales, aunque en 2026 juegue una parte muy menor en el torneo: solo albergará 10 de los 80 juegos totales, y los 10 serán de primera ronda. Y para obtener este premio tuvo que pagar un precio alto, aliarse con Donald Trump,
quien lleva meses usando al país como punching bag.
Es cierto que las federaciones, por estatuto, deben ser ajenas a sus gobiernos nacionales. Pero eso es solo en papel: Trump ha estado muy activo para conseguir el Mundial y agregarlo a su lista de logros. Con su mano “amable”, en estos meses envió al menos tres cartas a la FIFA para asegurar que su política migratoria no interferiría en la organización del torneo. Y con la otra tuiteó una amenaza nada velada contra los países que no apoyaran la candidatura trinacional. Estuvo a nada de ser sancionado por su intervención, cabe resaltar.
La celebración del triunfo de Canadá, Estados Unidos y México resulta extraña, por no decir surreal; mientras las tres federaciones se abrazan por el logro, las tres naciones están más distanciadas que nunca respecto al acuerdo comercial más importante del continente: el Tratado de Libre Comercio. Prueba de esto son los aranceles declarados por Trump y compañía frente al acero y aluminio de sus dos vecinos, y la respuesta inmediata de ambos países con aranceles a productos estratégicos. Probablemente veamos aún más represalias en las próximas semanas.
Cosas del nuevo orden internacional: en ocho años habrá Mundial en América del Norte. Tratado de Libre Comercio, para como pintan las cosas, quizás no.