Impugnan los aranceles de Trump sobre el acero
Acción legal de usuarios estadunidenses
Las automotrices advierten sobre un aumento de precios si el presidente cumple su amenaza de elevar el gravamen
La reacción contra los aranceles de Donald Trump creció ayer, ya que los usuarios de acero los impugnaron en tribunales y las automotrices advirtieron sobre un aumento de precios si el presidente de EU cumple sus amenazas de ampliarlos a las importaciones automotrices de mayor valor.
En la impugnación legal más importante hasta el momento contra las políticas comerciales de Trump, el American Institute for International Steel dijo que presentó una demanda en el Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos para que se declare inconstitucional el estatuto de 1962 que utilizó Trump para imponer los aranceles al acero.
El presidente invocó el año pasado una disposición de la ley conocida como Sección 232 para iniciar una investigación acerca de si las importaciones de aluminio y acero representaban una amenaza a la seguridadnacionaldeEstadosUnidos. En mayo inició una investigación similar sobre las importaciones de automóviles y autopartes de todo el mundo con valor de más de 330 mil mdd en 2017.
La impugnación se produce cuando los republicanos en el Congreso que están a favor del comercio, con el respaldo de la Cámara de Comercio de EU y otros grupos empresariales, buscan revocar la ley y frenar la capacidad del presidente para imponer nuevos aranceles. Señalaron lo que, dicen, es un posible daño económico a causa de aranceles y la preocupación de las empresas por la escalada de las guerras comerciales con China y la UE.
Esta semana, Harley-Davidson dijo que cambiaría su producción de EU para evitar los aranceles de represalia que impuso la Unión Europea, en uno de los rechazos corporativos de más alto perfil sobre la agenda comercial de Trump.
Según el artículo 1 de la Constitución de EU, el Congreso tiene la responsabilidad de regular el comercio internacional de Estados Unidos. Pero la rama legislativa durante décadas delegó de forma constante cada vez más poderes comerciales, incluida la ley de 1962 que invocó Trump para sus aranceles sobre los metales.
Las empresas siderúrgicas, que cabildearon con sucesivas administraciones por una mayor protección comercial, calificaron la demanda que se presentó el miércoles como algo sin fundamento.
“Creemos que este caso carece de fundamento y confiamos en que el tribunal rechazará la impugnación sobre la constitucionalidad del estatuto de la Sección 232, dijo Thomas Gibson, presidente y director ejecutivo del American Iron and Steel Institute.
La impugnación legal se presentó cuando las automotrices dijeron que los planes de Trump para imponer aranceles a las importaciones de automóviles podrían elevar los precios de ese tipo de vehículos hasta 6 mil dólares por coche y elevar los precios de los vehículos de fabricación local.