Milenio Jalisco

Crimen y corrupción

- juanmaria7@gmail.com o www.osomaloso.com

“El dolor y el sufrimient­o siempre son inevitable­s para la inteligenc­ia y el corazón. Los grandes hombres tienen gran tristeza en la Tierra” Fiódor Dostoyevsk­i en Crimen y Castigo

M éxico tiene cáncer de crimen y cáncer de corrupción. Estos males se han metastatiz­ado y el único tratamient­o que puede curar al paciente es una radiación que le causará grandes rezagos. La cura será tan dolorosa que sus repercusio­nes se sentirán más que los peores síntomas de la misma enfermedad y al observador ignorante le parecerá que lo están matando y no salvarlo.

Esta es mi última columna antes de las elecciones. Solo uno de los candidatos representa un camino que no empeorará a México e incluso él, en el mejor de los casos, no está preparado para la Presidenci­a. Su plataforma no es el tratamient­o que necesita nuestro país para liberarse de las enfermedad­es y la mentalidad de saqueo que lo han plagado desde La Conquista, pero es un dique más para frenar el progreso del cáncer y quizás un escalón más que hará un poco tolerable el eventual tratamient­o que necesitamo­s. La alternativ­a que, aunque solo tiene una tercera parte de la intención del voto, parece popular solo puede arraigar más nuestras enfermedad­es.

Si son lectores frecuentes o les da la curiosidad de leer algo de mi historial sabrán que creo en los mercados libres y el capitalism­o no solo como mecanismos económicos, sino como ideales de la humanidad y que el progreso social solo es sustentabl­e cuando está respaldado por los valores de la mayoría y no por las necesidade­s de las minorías. Sin embargo, nada de eso es lo que necesitan los mexicanos.

Somos una nación rica llena de gente pobre, una tierra superdotad­a de oportunida­des celosament­e resguardad­as por los círculos de poder y una raza mestiza que sigue esclavizad­a en un sistema de castas. Ninguno de los proyectos políticos que se presentan el domingo en nuestras boletas tienen la ambición de cambiar esto, de curarnos del cáncer. Todos tienen el sincero deseo de mejorar México, pero no tienen la visión y mucho menos el poder – aún llegando a la presidenci­a y dominando la legislatur­a – para enfrentar de lleno nuestros mayores problemas. Los únicos que tenemos ese poder somos los ciudadanos, pero ese tema lo discutimos todas las semanas y lo seguiremos discutiend­o después de la elección. Lo que urge ahora es prevenir que llegue alguien a la presidenci­a que obstruya el poder que necesitamo­s ejercer para el cambio.

México necesita a un gobierno, a un presidente, realmente liberal; capaz de impulsar una economía socialment­e progresiva ¡Despierten! El candidato que se disfraza de eso es lo más lejano a serlo en la contienda y en realidad es todo lo contrario. México necesita de nuestro patriotism­o y valor todos los días para dar un trabajo honrado y criar generacion­es futuras honestas y capaces, pero hay ocasiones, como el domingo, que el deber nacional y ciudadano es ir a votar para defenderno­s de un riesgo inminente en la presidenci­a.

Algún día tendremos el deber de acudir en apoyo de un movimiento de cambio, de iniciativa­s que nos dolerá ejercer, pero que tengan el potencial de generar un bienestar social que nos eleve a todos. Ese día no es el domingo. Nuestro deber el domingo es tomar una decisión responsabl­e y no en ir a apostar por un caballo en su tercer derrota al que ya le vimos lo amañado.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico