El Museo de las Artes de la UdeG exhibirá obras de artistas como Francis Alys, Goya y Ana Hatherly
unes 2 de julio, durante el transcurso de la mañana y hasta bien entrada la tarde llegaron a la cafetería varios amigos y clientes con el firme propósito, además de beber el aromático, de comentar en tertulia los acontecimientos electorales del primero de julio. La charla se tornó más interesante cuando, en la misma mesa, convergieron diversas personas con diferentes preferencias políticas, entre ellos, simpatizantes y militantes partidistas, cazamapaches con experiencia de mapaches, e incluso algunos funcionarios de gobierno. Primero arribaron unos, luego se agregaron otros, y así la diversidad política se hizo presente en torno a una taza de café.
A diferencia de las redes sociales, con un café en la mano y de frente, los perdedores felicitaban a los ganadores y los ganadores aceptaban con humildad las vicisitudes que conlleva obtener un triunfo electoral de esas magnitudes. Mencionamos las incidencias de la jornada como quienes hablaran de un partido de futbol; también se charló sobre la historia de las elecciones desde el periodo de la Revolución. Hablamos de filosofía y de lo que pensaban sobre la democracia Platón, Aristóteles (el de la academia ateniense), Hegel y Robespierre.
Todos coincidimos en que los triunfadores se echaron el compromiso de recomponer una maquinaria que nunca ha estado compuesta, y en que justo ahora puede haber condiciones para remendar y quizás aceitar ese oxidado motor nos saque del encallamiento en el que nos encontramos.
Lo anterior no es repentino, pues se debe a varios factores. Primero, a que los mexicanos llevamos tatuada en el ADN la figura del Tlatoani como máximo dirigente. A esto le sumamos el avasallador triunfo del “nuevo preciso” con carro completo, más los seguidores que le defienden a capa y espada a costa de su honra. Éstos hechos, nos remiten a aquellas míticas figuras de liderazgo litúrgico e intocable, que con tan sólo mover un dedo o con un simple gesto hacían que las cosas sucedieran. Entonces nos encontramos con la noticia de que ya tenemos ese liderazgo presidencial que se había perdido al paso de los políticamente correctos tiempos modernos. Coincidimos así en la imperiosa necesidad que se tiene de que alguien retome el mando y agarre el timón con firmeza para llevar al barco a feliz puerto. Sin embargo, la preocupación de todos se hace presente ante la posible falta de contrapesos políticos, que, aunque no nos guste, son las brújulas que nos marcan si nos salimos de rumbo.
En la última taza de café, afirmamos que la operación de las estructuras políticas y las alianzas estratégicas (abiertas u ocultas) el mero día de las elecciones fueron fundamentales para obtener el triunfo, por encima incluso de la nueva y creciente “memecracia”, y claro está, de la ideología y del sufragio efectivo. Al final de la tertulia, todo esto se queda en una simple charla de café, donde cada quien expresó su opinión y se lleva lo que mejor le conviene. Yo por mi parte, agarré tema para escribir mi columna de esta semana.
Ayer se dieron a conocer las siete exposiciones que el recinto universitario albergará durante el segundo semestre de este año
ELos Disparates Goya, l Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA de la UdeG) contará con siete exposiciones más en lo que resta del año, según dio a conocer su directora Maribel Arteaga Garibay, quien agregó que esperan sobrepasar la afluencia de 112 mil asistentes que tuvieron en 2016. En lo que va del año, el recinto ha registrado poco más de 60 mil 300 visitantes.
De lograr el propósito mencionado, la actividad del 2018 pasará a la historia del MUSA como algo inusual, debido a que se habrán tenido un mayor número de exposiciones que en otros años con un presupuesto de 4 millones 165 mil pesos. A las exposiciones vigentes de Orozco Metafísico, Rafael Coronel Alegoría de la razón, Sin más que decir… Juan Bastardo y Andrea Rey. Trayectoria Ombligo-lunar el 12 de julio próximo se inaugura la muestra Lecturas de un territorio fracturado, una colectiva de arte contemporáneo que incluye piezas de Gabriel Orozco y Francis Alÿs, entre otros, realizada en colaboración con el Museo Amparo y ha sido curada por Amanda de la Garza y Cecilia Delgado Masse.
El 29 de agosto el MUSA recibirá Los Disparates Goya, “una enigmática serie de 18 grabados, editada en 1864” del artista español Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) plasmó desconcertantes escenas protagonizadas por siniestros personajes : alienados, mutilados o deformes, perteneciente a la colección Hilario Galguera, según detalló Laura Ayala Castellanos, Coordinadora de Exposiciones y Educación del recinto. Dicha carpeta fue una de las exhibidas en 2015 en la Caja Real de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, junto con una particular de Los Caprichos, también perteneciente a Hilario Galguera.
Otras de las exposiciones son Polska. Arquitectura, una serie de fotografías que se realiza en colaboración con la Embajada de Polonia en México y el Consulado Honorario de Polonia en Guadalajara que se inaugura el 27 de septiembre y el 4 de octubre el recinto planea inaugurar Maj Lindström. Reflejos encontrados, muestra fotográfica en la que la artista escandinava muestra su visión de México, país en el que reside desde hace varios años. La exhibición cuenta con la curaduría de Mónica Ashida.
El 18 de octubre el MUSA recibe Rumania en la Primera Guerra Mundial, una serie fotográfica impresa en láminas de gran formato que plantean un análisis del proceso bélico, se trata de una iniciativa que el MUSA emprende en conjunto con la Embajada de Rumania en México, el Instituto Cultural Rumano, el Consulado Honorario de Rumania en Guadalajara y el Museo Nacional de Historia de Rumania.
Para noviembre se tendrá la exposición de Becarios del Programa de Titulación Legado Grodman, en colaboración con el Centro Universitario de Arte Arquitectura y Diseño (CUAAD) y The University of Guadalajara Foundation USA, y también en ese mismo mes la muestra ligada a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) que este año cuenta con Portugal como invitado de honor.
Dicha exposición es Ana Hatherly y el Barroco: en un jardín hecho de tinta, en el que la artista presenta la relación de familiaridad entre el periodo histórico del Barroco y la labor de los experimentalistas del siglo XX, grupo al que pertenece la propia Hatherly. La curaduría de dicha muestra que se realiza en colaboración con la Fundacao Calouste Gulbenkian, es de Paulo Pires do Vale. Su inauguración es el 24 de noviembre. Mayor información en el sitio www.musa.udg.mx
Además de dichas exposiciones Ayala Castellanos recordó que participan en el programa nacional de verano 2018 que coordina la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC) y que consiste en la realización de trivias dirigidas los pequeños visitantes sobre la exposición Orozco Metafísico. El programa se realiza del 15 de julio al 5 de agosto. También en este rubro se tiene el programa MUSA en señas, los recorridos guiados acompañados por un intérprete en Lengua de Señas Mexicana.