Voto de mexicanos
El pasado 1 de julio los mexicanos acudieron a las urnas a emitir su voto, la autoridad electoral indica que fue el 63.42 por ciento de participación ciudadana que se tuvo en esta jornada electoral. Fue una participación ordenada. Alrededor de la 20:00 horas ya se tenía al ganador presidencial, ya que los perdedores reconocían su derrota y confirmaban el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. En esta elección los electores decidieron otorgarle su voto de confianza a López Obrador, el cual logró obtener el 53.19%, seguido de Ricardo Anaya Cortés con 22.27%, José Antonio Meade Kuribreña que alcanzo el 16.40% y por último Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón que alcanzó obtener 5.23%. De esta forma, los electores decidieron rotundamente entregarle el poder a un nuevo régimen de gobierno, ya que por primera vez se va a tener gobernando a nuestro país a un partido de izquierda. Porque no solo votaron por López Obrador, sino por la mayoría de candidatos a diputados federales, de los cuales MORENA, PT y PES tendrán 305, seguido del PAN, PRD y PMC con 130 y PRI, PVEM y PANAL con 65. Asimismo, en el senado MORENA, PT y PES tendrán 74, PAN, PRD y PMC CON 39 y PRI, PVEM y PANAL con 15. Como se observa, el famoso Peje cuenta con todo el poder para hacer y deshacer, así lo decidió la mayoría de los votantes, con mayoría en el Congreso de la Unión y con 19 congreso locales, podrá hasta reformar la Constitución, a ver si no se le ocurre verdaderamente elaborar una constitución moral como lo mencionó en campaña. De este tamaño es el poder que los electores le otorgaron a MORENA y su candidato, el cual deberá de encausar con inteligencia y en beneficio de los mexicanos todas y cada una de las acciones que decida llevar a cabo. Ahora hay que esperar a que empiece a conformar su gabinete de estado y los cambios “profundos” que mencionó que llevaría a cabo. Ante esto, una de las acciones que muchísimos maestros están esperando, es que revoque la mal llamada reforma educativa, por eso votaron por él, para ya no tener la incertidumbre de perder su estabilidad y permanencia laboral, así que el señor López Obrador tendrá que cumplirles. Este es solo un sector de la población que empezará a presionarlo para que cumpla en corto, mediano y largo plazo sus promesas. Porque la percepción que tiene la mayoría de los electores que votaron por él, es que todo va a estar bien, que todos los problemas se van a resolver en automático una vez que este asuma la presidencia, principalmente la corrupción y la impunidad. Por lo menos eso fue lo que López Obrador le hizo creer a sus simpatizantes, o eso fue lo que ellos creyeron, algo grave porque de no cumplirles las cosas se saldrían socialmente de control. Si bien es cierto que fueron más de 30 millones de electores que le dieron su voto de confianza, de no cumplir las promesas que realizó en campaña estos mismos electores se le voltearían, y de ser sus simpatizantes, aliados e impulsores para que llegara a ocupar la silla presidencial, serán estos mismos sus principales detractores y enemigos que lo obligarían a renunciar una vez que se someta a la revocación de mandato como él mismo lo propuso. O como diría mi abuela, un gran sector de la población ya despertó y está más politizado, así que les cumplen o les cumplen ¿No lo creen? Marcos Antonio Santoyo Bernal