Cambios
Uno de los mayores desafíos para los gobiernos es el de los millones de pobres, los oprimidos y los excluidos en la sociedad. Las estrategias que se han utilizado en nuestro país han sido meramente asistencialistas y paternalistas. Los programas sociales cuentan con muchos recursos, que a las administraciones le han servido para desviarlos, los pobres son utilizados como moneda de cambio y el electo presidente López Obrador ofrece incrementar la pensión a los adultos mayores y una cantidad mensual a los ninis, esos que ni estudian, ni trabajan, entre otras estrategias asistencialistas. Una de las estrategias que pueden funcionar, es aplicar recursos humanos, el cambio para que sea duradero deberá de venir de ellos mismos, con la ayuda de expertos que los organicen y los enseñen a transformar su entorno. En nuestro país y en las familias necesitamos cambios de segundo orden. Existen dos tipos de cambio: uno que tiene lugar dentro de un determinado grupo, el que permanece sin cambio, y otro, cuya aparición cambia el sistema mismo. El cambio se llama “de primer orden”, y el segundo, el que en verdad modifica el sistema, el: “cambio de segundo orden”. En el de primer orden continúa con las mismas estrategias que no cambian y no consiguen llegar al fondo del problema. El cambio de segundo orden es un cambio del sistema mismo, pasa por modificar las situaciones, encuentra el fondo del problema, no queda en lo superficial. En el de primer orden se queda en: “más de lo mismo”. En el fenómeno más de lo mismo, aplican reiteradamente la misma solución, sin obtener resultados deseables. Ofrecen que ya no harán fila para recoger el cheque que les otorgan mensualmente, ahora les darán una tarjeta y les depositarán el apoyo en una cuenta en el banco. En cuanto a las estrategias del nuevo gobierno, se esperan cambios de segundo orden, las expectativas son mayúsculas. Es necesario destruir el muro, el muro del miedo al cambio. Rosa Chávez Cárdenas