El decreto fallido y la protección a medias del bosque La Primavera Proteger 40 mil
Hectáreas de bosque y hacerlo parque nacional fueron dos metas que no se cumplieron con el decreto de 1980, lo que dejó un Área Natural Protegida (ANP) más frágil y expuesta
El presidente Luis Echeverría Álvarez tuvo en su escritorio el decreto de parque nacional de La Primavera desde los meses finales de 1975, pero nunca lo firmó.
Los empresarios de las colindancias habían logrado excluir hasta diez mil hectáreas, fuera para desarrollos inmobiliarios a la postre altamente exitosos y con altos márgenes de utilidad, pues la vecindad con un área natural protegida les dio un valor de marca, lo que poco ha servido a favor de la propia zona protegida; o fuera para trabajos mineros que a futuro, terminaron generando una presión que aún hoy no se acaba para el bosque: los bancos de material geológico, una verdadera minería a cielo abierto que alimenta la expansión urbana de la ciudad.
Pero la suerte de los dueños de grandes predios al interior, se podría calificar de ambigua. Para don Vicente Arregui, uno de los propietarios que adquirió en esos años y se sumó a la asociación que pugnaba por evitar la expropiación de las tierras forestales, la clave fue el enfrentamiento entre los empresarios inmobiliarios tradicionales amparados por políticos jaliscienses de viejo cuño, y el emergente poder de la familia Zuno, los cuñados del presidente de la república, tras décadas de eclipsamiento desde la polémica destitución como gobernador del patriarca, José Guadalupe Zuno Hernández, un político obregonista en los agitados años veinte.
La postura respaldada por Zuno, por la Universidad de Guadalajara y por diversos organismos civiles, era el parque nacional y la expropiación del bosque. La de la asociación que encabezaban Dipp y su representante legal, Cástulo Romero Valencia, era oponerse a ese decreto, bajo la lógica de que era posible un aprovechamiento racional del patrimonio natural. Movían intereses y dinero, sin duda. Y había una capacidad de histrionismo a la que Dipp siempre le sacó provecho.
Por ejemplo, recuerda con gracia que en una de sus giras por Jalisco, Dipp Murad se tiró en el piso al paso del camión presidencial y logró una entrevista con el mandatario. Luego, optó por “internacionalizar” el conflicto. “Echeverría andaba por Egipto, y que se reúne la asociación que él encabezaba, y que se van a Egipto a entrevistarlo […] la cosa era ir hasta allá para hacerse notar y hacerle saber la gravedad del asunto”, destaca Arregui.
- ¿Usted fue como representante con la comisión?
- No, yo me enfermé y no fui, y en mi lugar fue un ingeniero que acaba de fallecer, Octavio Velasco, el que hizo el Parque Metropolitano. Naturalmente supe lo que sucedió: el presidente estaba en Alejandría, y llegaron al palacio en que estaba
Vicente Arregui, uno de los propietarios, recuerda las gestiones de desarrolladores Los empresarios locales buscaron respaldo de los presidentes en turno sin mucho éxito