La geografía de la corrupción
E l Consejo Coordinador Empresarial (CCE) está a punto de publicar un mapa de la corrupción en el país: donde están las zonas y las mayores concentraciones de gobiernos corruptos y empresas corruptoras.
“El estudio, este mapa nacional, lo está realizando el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado y lo presentaremos antes de que entre esta nueva administración”, confirmó su presidente Juan Pablo Castañón. Allí estarán marcados los municipios y las entidades con los mayores niveles de corrupción.
Casi en sintonía con la bandera que enarboló Andrés Manuel López Obrador, y que lo llevará a tener uno de los triunfos más poderosos por décadas, la iniciativa privada aporta su parte de la responsabilidad en este tema. Porque este no es un problema unilateral y, como para bailar un tango, siempre hacen falta dos. Hay un dicho que reza que “si uno no quiere, dos no se corrompen”.
Si bien el CCE —que con todas las entidades, cámaras y empresas que agrupa representa ni más ni menos que 85 por ciento del PIB y 9 de cada 10 empleos formales— no tiene datos del mapa empresario o del número de empresas involucradas en actos de corrupción, considera que la corrupción per se ronda entre 1 y 9 por ciento del PIB mexicano.
“Nosotros, de nuestra parte hemos venido trabajando son códigos de integridad y ética empresarial”, se apura a contestar Castañón.
Una de las propuestas de las empresas agrupadas en el consejo es buscar mayor transparencia de la mano de la tecnología: digitalizar todos los procesos del gobierno, desregularlos desde los municipios, quitar trámites presenciales por digitales para que “la decisión de una operación no sea de una persona, sino que esté dentro de un sistema transparente”, explica.
Y compartió un cálculo que en el CCE tienen a la mano y que seguramente formara parte de ese mapa que entregarán a AMLO: si el país crece entre 2 y 2.5 por ciento por año, con un motor de la economía que está basado en las exportaciones —esperando una buena negociación del TLC— y si a eso le agregamos que según Inegi la inseguridad impacta en 1 por ciento del PIB en productividad, y que la corrupción por (lo menos) en otro 1 por ciento, atacando estos dos problemas “estaríamos creciendo a 4.5 o 5 por ciento anual”, reconoce Castañón.
Desde la primera reunión del Consejo con el equipo de transición del futuro gobierno morenista se han creado diferentes mesas de negociación por temas, desde empleo, aumento de la productividad hasta una reforma de salud, pasando por el cumplimiento de Las Metas del Milenio. Si bien tendrán reuniones periódicas por equipos, una vez al mes todos harán presentaciones de avances al propio López Obrador. Es decir, que se verán cuatro veces más antes de que tome su cargo.
Pero, ¿habrá del otro lado un corte de caja por parte de la actual administración en esos mismos temas? Todavía no está claro.