El patronato de la OFJ
T al parece que a los amigos del patronato de la Orquesta Filarmónica de Jalisco aún no le ha caído el veinte de que el régimen representativo de la mayor corrupción, con todo y sus dinosaurios; dejará de ser el que dirija los destinos de Jalisco y del país. Se van con sus notarías y riqueza acumulada a otra parte.
Aún, todavía más, [¿A quién representará el nuevo gobierno y gobernador?]. ¿MC?
¿Rendirá cuentas al Dr. Carlos Lomelí? Con el sano propósito del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de evitar el saqueo y la rapiña de la que la Orquesta Filarmónica de Jalisco no ha estado al margen, sobre todo durante los últimos años del régimen saliente de Aristóteles Sandoval y su secretaria de cultura la odontóloga Miriam Vachez Plagñol, en donde ha privado la prepotencia, el racismo y la discriminación. [Recuérdese que todavía permanecen sin resolución las recomendaciones realizadas por la Comisión de Derechos Humanos Estatal en contra del grosero director italo/ canadiense Marco Parizotto y la propia secretaría de cultura, ante la indiferencia de un congreso y un Consejo Estatal para la Cultura a modo.
He tenido un somero trato con el presidente del actual patronato, el señor Elizalde, exitoso empresario, persona de trato amable, de evidente desconocimiento acerca de la música culta, como lo son el 98% de los miembros que constituyen ese patronato. [Son melómanos, no músicos profesionales, aficionados] a excepción de los representantes del grupo universidad, Sergio Medina Zacarías, director del departamento de música de la UdeG y del pianista Sergio Alejandro Matos director del Festival de mayo. [Prepotentes ambos].
El cándido señor Elizalde ante sus representados, ha propuesto, que el gobernador electo, no meta las manos en la designación del presidente del patronato y que además, se blinde la permanencia del director Marco Parizotto y de la Secretaría de Cultura.
Creo que el gobernador, no sólo debe de ser parte esencial en la designación del director, dando preferencia a un artista por lo menos, si no jalisciense sí, mexicano, que saquen su mano del patronato los actuales miembros, que a lo único a que han aspirado es a conservar una membresía de corte elitista. Que se convoque públicamente a nuevos miembros que sustituyan al actual esquema caduco de vicios evidentes y conservadurismo dando cabida a miembros de todas las capas de la sociedad, no sólo a colonos de Colinas de San Javier ni a vigilantes del grupo U de G.
En Jalisco existen más de cinco mil empresarios, que estarían dispuestos a formar parte de un patronato de actividades transparentes, además de ampliar la posibilidad de extender la invitación a miembros externos, es decir, de otros países [sin imposición de directores ni atrilistas]. Las plazas deben de ser concursadas mediante audiciones.
El patronato debe de transformarse en un instituto colegiado, al margen de miembros divorciados de la población como los son los actuales.
Debe darse oportunidad a solistas locales y proporcionar medios para su desarrollo. Solamente así se conseguirán avances y no la preservación de privilegios.