TIANGUIS, MERCADO Y LUEGO CANTINA.
Cronistas, empresarios y trabajadores del lugar comparten con MILENIO JALISCO lo que significa que el sitio celebre ya sus 140 años de fundación
El Parián de Tlaquepaque cumplió el 22 de julio 140 años. Es el día en que se puso la primera piedra de lo que hoy en día es quizá el lugar más icónico de dicho municipio, un mercado que paulatinamente se transformó en el conjunto de restaurantes y cantinas que hoy se conoce. Cronistas, empresarios y empleados del lugar comparten algunos detalles de este lugar que se ha convertido en un gran atractivo turístico por su oferta gastronómica y de espectáculos en vivo.
El Parián de Tlaquepaque cumplió el 22 de julio pasado 140 años. Es el día en que se puso la primera piedra de lo que hoy es quizás el lugar más icónico de dicho municipio, un mercado que paulatinamente se transformó en el conjunto de restaurantes y cantinas que hoy se conoce y del cual dependen por lo menos 300 familias.
Cronistas, empresarios y empleados del lugar comparten con MILENIO algunos detalles de este lugar que se ha convertido en un gran atractivo turístico por su oferta gastronómica y de espectáculos en vivo y que por otro lado, esta fama se ha visto en momentos empañada por algunos abusos a comensales en el cobro incorrecto de las cuentas. Para algunos entrevistados la efeméride debe ayudar a reflexionar sobre estas acciones que pueden corregirse.
Al respecto el departamento de Comunicación Social del Ayuntamiento de Tlaquepaque hizo saber a este medio que “El Parián es iniciativa privada, nosotros solo nos encargamos de las licencias, normas de Protección Civil, horarios de trabajo, auxiliamos con medidas de aseo e incluso capacitaciones, pero costos y precios los definen los empresarios que son dueños de los negocios, es tema federal a través de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) sin embargo sí hemos recibido comentarios por parte de los turistas por la calidad de los servicios”.
De Tianguis a mercado
Bernardo Carlos Casas, autor del primer libro que se escribiera sobre dicho lugar titulado El Parián y cronista de Tlaquepaque, rememora que se construyó en 1878 como un mercado. “Era un terreno en donde se ponía un tianguis. Fueron 14 empresarios de Guadalajara familias como los Fernández del Valle, los Corcuera, los Palomar y los Martínez Negrete que tenían casas de campo aquí y el presidente municipal en turno, que se llamaba Juan Alemán quienes decidieron construir un mercado al estilo que tenían ya otros parianes, por ejemplo el de Lagos de Moreno”.
Según el cronista los parianes proliferaron en varios pueblos durante la época de Porfirio Díaz. “Una vez construido contaba con 24 locales. Más o menos seis por cada lado y los empresarios se los repartieron. El terreno siempre fue del Ayuntamiento, ellos sólo eran dueños de los locales y adquirieron el compromiso de construir por fuera del parián, en el exterior, un portal.
“A los 50 años más o menos, los dueños del Parián comenzaron a construir un portalito soportado con techo de tejas por dentro y luego en algún momento lo construyeron con material y por eso hoy puede
Roberto Ramírez, dueño de varias cantinas de El Parián dirige también el Festival del Mar
verse dos pasillos y el kiosco en medio”, dijo.
Bernardo Carlos Casas rememoró que “en otro tiempo cuando se acostumbraba a dar vuelta alrededor de los jardines públicos, los domingos la banda tocaba en el centro y alrededor del kiosco daban vuelta los muchachos en un sentido y las muchachas en otro, para encontrarse e irse viendo para ver si se animaban a ser novios y todo eso. Aquí en El Parián fue lo mismo, entonces no existía el Jardín Hidalgo, el jardín lo hicieron después porque se quedó sin plaza la cabecera municipal al hacer ese mercado y tuvieron que expropiar las fincas a particulares que estaban en terrenos de lo que hoy es el Jardín Hidalgo por ahí de 1952 y fue entonces que Tlaquepaque volvió a tener plaza principal”.
De mercado a cantina
El cambio de mercado a cantina fue paulatino, “poco a poco los clientes que venían a comprar de distintos pueblos cercanos a Tlaquepaque como San Martín de las Flores, Tateposco, entonces San Martín de Arriba, San Martín de Abajo, Las Juntas, Las Higuerillas, Las Pintas y de otras rancherías venían aquí a San Pedro a abastecerse de comida, de carne, vegetales, de fruta, de todo eso para la semana; entonces uno que otro cliente quería tomarse un tequilita y debajo del mostrador se lo vendían”, explicó Bernardo Carlos Casas, quien agregó: “Todos los locales eran de abarrotes y de cosa para el campo, de arados y azadones, de material para los caballos; pero tenían su garrafoncito y poco a poco aquello fue más negocio vender alcohol. La primera cantina de El Parián surgió en 1905 y luego le siguieron otras. Aún persisten esas cantinas antiguas son las que están del lado de Herrera y Cairo. La última que prevaleció como tienda de artesanías y que se convirtió en la cantina más reciente es El bar Beto´s, se transformó en 1982”.
El arquitecto detrás de El Parián: Un misterio
Según las investigaciones del cronista todo indica que el diseño original de El Parián, fue de un de Fray Luis Argüello, quien a los siete años de comenzar con la construcción de El Parián comenzó a construir El Centro Cultural El Refugio. “Hay varios historiadores que atribuyen las dos construcciones a Fray Luis Argüello, aunque hasta el momento yo no he visto ningún documento que ratifique esas aseveraciones”, subrayó.