El que adore la plata…
Decía el ex presidente uruguayo Pepe Mujica “El que adore la plata que no se meta a la política que se meta a la industria, al comercio, no es pecado, pero la política es para servir a la gente”. De hecho la filosofía cristiana ve a la buena política como la amplificación de la caridad, tienen razón una persona común que toma la iniciativa de ayudar tal vez beneficie a una cuantas personas, pero si es un gobernante cada decisión podría beneficiar a millones. El problema es que en México la política terminó es manos de gente avariciosa y corrupta que solo querían servirse de la política usándola para hacerse poderosos y millonarios, a tanto llegó su cinismo que acuñaron la frase “un político pobre es un pobre político”. Tal como decía Benito Juárez, los gobernantes deben tener un salario digno que les permita vivir en la honrada medianía, y un sueldo para altos funcionarios entre 60 mil y 100 mil pesos lo garantiza suficientemente, evita que vivan en una burbuja de privilegios que los hace perder contacto con la realidad del mexicano común, tal como sucedió en el actual y anteriores gobiernos, tampoco van a sufrir por la calidad de los currículos, cifras recientes muestran que miles de egresados con maestría y doctorado están ganando en promedio 12 mil pesos, sobrará cantidad y calidad para suplir a los que hoy gobiernan llenos de privilegios, con tufo a corrupción, lejanos al pueblo y que se creen la última Coca Cola del desierto. Vicente Ureña Fuentes