Colectivos demandan a CEDHJ cambios de fondo
En que Hernández Barrón cambió la forma de relacionarse con la sociedad civil organizada, pero faltan cambios de fondo
Representantes de ONGs reconocen mejora en la relación con la sociedad civil organizada
La tormenta de críticas con que a finales de julio de 2017 dio por concluida la gestión de Felipe Álvarez Cibrián, tras una década al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ), se alejó. Al cumplirse este 2 de agosto un año desde que Alfonso Hernández Barrón tomó las riendas del organismo, defensores coinciden que el nuevo ombudsman ha sorteado los problemas de credibilidad heredados, que cambió la forma en que se relaciona con la sociedad civil organizada, especialmente con grupos de activistas y causas que su ex jefe mantuvo marginadas; y que tiene un discurso “más apegado a la labor de una defensoría pública”; pero resaltan que aún le falta aún “romper inercias”, impulsar cambios de fondo y pronunciarse sobre otros temas torales que este primer ciclo apenas tocó.
“A un año de distancia se observa un cambio gradual de rumbo. Yo veo una CEDHJ que avanza, que ejerce su trabajo con más independencia, pero que tiene algunos pendientes fundamentales; por ejemplo, la Comisión todavía lleva un pesado lastre al mantener a muchos directivos y funcionarios de primer nivel vinculados con la administración de Álvarez Cibrián. Eso constituye un freno al organismo para establecer cambios de fondo y otro tipo de actitudes y de relaciones, tanto con autoridades como con organizaciones de la sociedad civil. Es un punto al que hay que ponerle mucha atención para romper inercias”, apuntó Jaime Hernández Ortiz, fundador del Centro de Derechos Humanos Coordinadora 28 de Mayo”.
Acérrimo crítico de la CEDHJ en años pasados, el activista mencionó que debe transparentarse el trabajo del Consejo Ciudadano de la CEDHJ, el proceso de renovación del mismo, y garantizar que este organismo sesione de manera abierta.
Abundó que “el presidente (Alfonso Hernández) tiene una imagen más cercana, más discreta y menos polémica a la que nos acostumbró Álvarez Cibrián… Se le ve en manifestaciones, en marchas, al tanto de causas sociales y esto es muy saludable, que se ponga de lado de la gente”. Sin embargo, aún le falta “ir consolidando una estrategia de vinculación con organizaciones de la sociedad civil para todo Jalisco, que yo todavía no advierto”.
Ponderó un acierto de esta gestión el emitir recomendaciones generales (citó la de Desaparición de Personas y la de Seguridad Pública y estudiantes).
Para Lorena Valadez, presidenta de Yolikni, Movimiento de Resistencia Social, AC, el acercamiento del ombudsman de Jalisco a grupos LGBTTI+ destaca entre lo positivo de su primer año de gestión. Si bien espera que en el futuro próximo se genere una recomendación general para evitar las violaciones cotidianas a los derechos humanos de esta población. En el mismo sentido coincidió la activista Alondra Hernández, quien considera que la CEDHJ ha hecho un trabajo satisfactorio en el tema. “Nos faltan recomendaciones a Fiscalía por las detenciones y trato a las compañeras transgénero”.
Entre lo negativo, Valadez comentó que el presidente de la CEDHJ generó “mucha expectativa sobre incluir en su equipo a gente de la sociedad civil y no lo hizo en la medida que algunos esperábamos”, tema que sugirió revisar y que va de la mano con cambiar la estructura interna. A propósito, la activista dijo que todavía no cuenta con elementos para evaluar la desaparición de la visitaduría general dedicada a temas de derechos de niñez y grupos vulnerables pero advirtió que sin duda “falta un pronunciamiento firme sobre violaciones a derechos de niñas, niños y adolescentes”; sobre feminicidios y sobre personas migrantes, que apenas tocó. César Octavio Pérez Verónica, director del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo AC (CEPAD), coincidió con los defensores de DDHH consultados, que Hernández Barrón marcó este año una forma diferente de dirigir a la CEDHJ. “Podemos ver que el discurso cambió, es un discurso menos político y más de derechos humanos; y hay una diferencia notoria en el trato a determinadas organizaciones y sectores y un acercamiento con algunos organismos con los cuales no había tenido relación el anterior presidente”.
Pérez Verónica, académico del ITESO, calificó de “positivo” este cambio de forma. “Lo que no vemos es un cambio de fondo, pesa la estructura institucional que dejó el presidente anterior, una nómina igual de obesa, algunos sueldos que aún no son austeros, que en primera instancia lo intentó… A un año vemos un discurso que no se logró en la práctica”.
El entrevistado expresó que los cambios en el organigrama, que se limitan a algunas áreas, aún no se traslucen en mejoría tangible a favor de las víctimas [ Ejerce su trabajo con más independencia [ Imagen más discreta y menos polémica [ Mayor cercanía con organismos civiles y causas sociales [ Defensa de causas de derechos humanos que evadió su antecesor [ Emitir recomendaciones generales [ Recuperar la vinculación con la CNDH [ Discurso menos político y más de derechos humanos [ Mantener a muchos directivos y funcionarios de primer nivel vinculados con la administración anterior [ Generar mucha expectativa sobre inclusión de la sociedad civil en su equipo de trabajo y no cumplir en la misma proporción [ Faltan de pronunciamientos sobre temas torales [ Nómina igual de obesa [ Sueldos que aún no son austeros [ Faltan más cambios de fondo que de forma [ Cumplir con el diagnóstico estatal de la situación de derechos humanos. de violaciones a derechos humanos. “Sí trata de lavarle el rostro a esta CEDHJ, sin embargo no se perciben cambios sustanciales”.
El director del CEPAD refirió que en Jalisco se han cometido graves violaciones a derechos humanos donde la Comisión estuvo ausente, por lo cual las expectativas sobre Hernández Barrón son muy altas. Asimismo, anotó que tiene pendiente un diagnóstico estatal de la situación de derechos humanos.
Jaime Hernández Ortiz también hizo énfasis en que el ombudsman “debe cumplir esta promesa y contar con un diagnóstico que permita avanzar en el análisis y problemática de los derechos humanos en todo el estado y que sirva de base para elaborar el Plan Estatal de Derechos Humanos”, un documento que no ha tenido Jalisco en su historia, por parte del poder ejecutivo, legislativo o judicial.